CON
AROMA A GARDENIAS
Elena Bernal Medina
Para mi padre.
La línea entre la vida y la muerte
es incolora.
Tu placentero rostro después del dolor.
La frialdad del cuerpo como caja vacía.
Las lágrimas interrumpidas por los rezos,
tus tangos y canciones preferidas.
Los silencios,
los abrazos sinceros
con frases encriptadas;
y las flores blancas
con aroma a gardenias,
me sitúan en una despedida
involuntaria.
¡Ahora sé que ya no estarás!
Allá afuera,
me espera la tarde
de brillantes colores
y cálidos paisajes.
Sin embargo,
yo prefiero las noches donde cruzo el umbral
y toco tu rostro,
ahora más joven, más sonriente.
En ese instante olvido que estás muerto.
Tú me miras,
y me haces saber que estás conmigo.
¡Lo disfruto tanto!
Te abrazo
y percibo un aroma a gardenias.
Entonces siento,
que siempre estarás con nosotros.
que la comunicación de una y tantas vidas
es pura y cristalina.
Un largo suspiro
me retorna al lado terrenal.
Abro los ojos, me veo en mi cama.
Un hilo de luz se filtra por la ventana.
Ahora sé que atravesé la línea
y entré en un mundo
con aroma a gardenias
aún desconocido.[1]
[1]
Poema que se hizo en memoria a mi padre y forma parte de un ejercicio creativo
del grupo de teatro Punto y coma, titulado “Yo he desconocido”, que se llevó a
cabo como teatro virtual y está en la plataforma de Voy al teatro. https://www.facebook.com/voyalteatrocom/videos/984070739576800
donde lo pueden ver junto con otras propuestas.
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