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miércoles, 11 de octubre de 2023

AUTOCOMENTARIO QUE ME HICE Y ME LEÍ JUNTO ROLLOS DE OCTAVIO PAZ

 

31 de marzo lunes 2014 a 100 años de Octavio Paz

Hoy se cumplen 100 años del natalicio de Octavio Paz, y mírate cómo estás tú en lo general y cómo está el mundo:

 

Tengo actualmente un libro en concurso de poesía, ya no vivo en el DF como en 1994, cuando fue la única vez que vi personalmente en una lectura a Octavio Paz en el centro cultural San Ángel. Fue en una mesa de lectura llamada “de vuelta a la poesía”. Fui con Sergio Vicario y Victor, y había expectativa en el ambiente por ver a Paz y los poetas que lo acompañaban: Antonio Deltoro, Aurelio Asiaín entre otros. Ahora en 2014 vivo en Aguascalientes en un departamento, recuerdo que la plaquette conmemorativa de ese día se la quedó mi novia Nora Crespo. Tomamos vino de honor y se vivían los momentos candentes del levantamiento del EZLN en Chiapas. Ahora estudio filosofía a mitad de la carrera en Metafísica en internet por la Universidad Autónoma de Chihuahua, sobre esto se puede comentar, que por cierto, acaba de morir recientemente el gran filósofo Luis Villoro. He estado leyendo un pdf de Jean Groudin, filósofo canadiense que me ha parecido encantadoramente iluminador, sobre todo una parte en la que habla de lo que, no sin renuencia, Platón comentaba de la metafísica y del ser. Al respecto, habría que anotar que “la idea de un dios creador del universo”, a los griegos les habría de haber parecido sumamente extraño. Platón deja entrever la idea de un “demiurgo” que habría creado al mundo solamente. Pues el grano de la cuestión es que desde esa idea platónica y otro conjunto de ideas, ha llegado hasta nosotros nada menos que el Cristianismo y el catolicismo, lo cual, estaba pensando yo en los momentos en que moría Don Luis, tuve que vomitar dos veces por el enorme peso ontológico que me significó esta revelación, no quiero dejar de comentar esto y que quede registrado. Pero volviendo a don  Octavio Paz, aunque hace tiempo no lo leo, recuerdo que en su momento me pareció fantástico El arco y la lira, que lo leí y lo repasé varias veces, pero recuerdo una vez en especial, en 1998, leyendo ese libro y tomando café en un Samborns de Tlalpan y esperando a mi novia Paula, mi chava. Pero ese libro lo leí junto con La Poética del Espacio de Gastón Bachelard, el filósofo francés y noté correspondencias entre uno y otro libro, así que los dos me parecieron geniales. La idea que yo creía tener en ese momento era un ensayo de largo aliento para la escuela de escritores de la SOGEM. Hay algunas frases muy bien dichas en el Laberinto de la Soledad como: “Las redes de pescar palabras están hechas de palabras”. Pero una idea más amplia de esa frase ya la había dicho Karl R. Popper en La Lógica de la Investigación Científica, libro escrito cerca de 10 años antes cuando Popper dice: “Las teorías científicas son redes que lanzamos para apresar eso que llamamos mundo para comprenderlo, dominarlo, etcétera” Dicho libro abre con un epígrafe de Novalis que dice: “el que lance la red más lejos pescará más”, o algo parecido, y es bien sabido que a Octavio Paz le gustaba Novalis. Otro libro que leí antes de eso de Octavio Paz fue El laberinto de la soledad, que era un libro de Raquel Trejo y que se lo volé a Gaby o ella me lo prestó, no recuerdo. Pero recuerdo que esa lectura la sentí indigesta, me parecía un libro muy inteligente, claro, pero a la vez demasiado mágico en sus resoluciones y afirmaciones sobre México. Creo que el libro, como está visto al paso del tiempo, alrededor de él hubo mucha polémica pero es un libro que parece que ya nadie le cree que tenga en la actualidad un reflejo de lo que es la sociedad mexicana. Esa lectura me hizo daño porque por un tiempo, en mis veintitantos años, la tomé a pie juntillas. También leí de Octavio Paz su Pasión crítica, que está superado por ser coyuntural, pero Libertad bajo Palabra me sigue pareciendo un libro extraordinario, todo el libro debe permanecer dentro de la lógica del canon literario de México eh Hispanoamérica, Piedra de Sol, mi vida con la ola, Los Trabajos del Poeta, ¿no hay salida? Etcétera. Otro libro que leí un poco después, creo que en el año 2000, fue Salamandra, el libro de poesía más surrealista de Paz, según creo. Me encantó, y no solamente uno sino varios poemas, en especial es muy fuerte el poema “repeticiones”. Fue un libro que amé y agradecí, así como se tiene que agradecer todo de Octavio Paz, pero críticamente, incluso discrepar, pero como todo mundo habla de Octavio Paz para atribuirle cosas, yo me quedo con mis propias lecturas. El Paz intelectual no lo conozco tanto, gracias a mi padre he sabido de algunos textos, tengo la obra Los Hijos del Limo, pero no lo he leído. Hoy fui al ISSSTE, al GYMNASIO con ese mediocre y desde Aguascalientes escuché a Carmen Aristegui y ahora mi amigo Joaquín ha vuelto, después de 20 años de residir en España, a Aguas, como siempre el Mundo sorprende porque sigue siendo el Mundo.

Llevas ocho años por éstas fechas de residir en Aguascalientes, ha sido duro en varios aspectos por esa idiotez de juan de las pitayas, yo creo que nunca más volveré a esa casa de trapiche al lado de esos subnormales, cerdos fascistas y lambiscones lamedores de botas, viví pocos meses con Salazar, luego en trapiche estuve escribiendo mucho y leyendo mucho, leí muy buenos libros ahí, dos largos de Cabrera Infante el clásico Tres tristes tigres y me gustó mucho más La Habana para un Infante difunto, ese gran Cabrera Infante voy a elaborar un ensayo largo de él con mi proyecto FONCA, si lo gano claro, leí el grandioso libro de El Torturador de Saúl Ibargoyen, y escribí una nota de él,  más bien un ensayo para la Academia Uruguaya de Letras  y para Dos Filos de Zacatecas, además  sigo leyendo su poemario El Poeta y yo, huy, ese libro de Saúl lo he gozado en muchos viajes en camión entre el DF y Aguascalientes. “Ganarás tu vino con el chocar de tu copa”. Luego leí Los Rojos de Ultramar, leí La Voluntad y La Fortuna de Carlos Fuentes, leí los cuentos de Edgar Omar Avilés, leí Las Puertas de la Oscuridad de mi amigo Ernesto Murguía, eran cuentos. Releí En Esto Creo de Carlos Fuentes, sigo, como desde entonces, leyendo varias veces a la semana los poemas de Blaise Cendrars, La Prosa del Transiberiano, he leído y descubierto a Robert Walser, el libro Sueños es una pieza maestra, he descubierto, poco antes de su muerte a Bolívar Echeverría a través de Stefan Gandler, sigo leyendo a veces los poemas de Arturo Valdéz Castro, mi viejo cuate, leí de Arturo Pérez Reverte, La Reina del Sur. Metí el año pasado un proyecto al FONCA sobre una idea borrador de una novela sobre un Barman que leía a Dylan Thomas en Aguascalientes, no me dieron el proyecto, pero para éste año quiero meter un proyecto mejor: se trata de un libro de ensayos de 180 cuartillas más o menos, con ése proyecto sí tengo tela de donde cortar, ya veremos. Por otro lado gracias a la Universidad virtual he leído muchísimo, sobre Platón, La Escuela Milesia, La Escuela Jónica, mucho sobre lógica simbólica, mucho sobre teoría del conocimiento, sobre filosofía de la ciencia, he leído a mi amigo el Doctor en filosofía Caleb Olvera su libro Estética y disolución, gané en Zacatecas el Rosetón de Plata gracias a mi destacada trayectoria artística, me lo mandó el obsequio la gobernadora Amalia García en 2009. He releído los ensayos compilados de Filosofía y sexualidad por Fernando Savater, he descubierto a Geney Beltrán Félix como amigo distante y sus ensayos El sueño no es un refugio sino un arma, que son realmente buenos, bastante altos. Leí y lo malo es que lo regalé La Posibilidad de una Isla de Michel Houellebeq, me arrepentí de regalar el libro a un amigo de mi hermana pero también leí El mapa y el territorio y me pareció totalmente bueno, ¡ha! ¿Cómo lo podía olvidar? Compré en Aguascalientes un libro usado pero es uno de mis grandes maestros: ERNESTO SABATO, de él leí Sobre héroes y tumbas, una obra maestra y dentro de la lógica del máximo canon Latinoamericano, además el gran libro de Julián Meza, El Purgatorio Liberal, curiosamente, lo estaba leyendo cuando él estaba falleciendo por un cáncer mal tratado. Julián Meza era amigo de Vic y de José Vicente Anaya, Sergio Zermeño, etcétera, otros libros también.

Además en el segundo semestre de 2013 le di cinco clases gratis de taller literario al joven Esteban, leímos mucho y discutimos mucho en el ciela fraguas, dejé de darle clases porque me parece ridículo dar un taller literario a un solo alumno, aun así, el joven quedó muy contento, ni siquiera cobré nada, comenzamos con el libro De escritura, un manual de apoyo a talleres literarios hecho por mi viejo maestro Bernardo Ruiz.

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