31 de marzo lunes 2014 a 100 años de Octavio Paz
Hoy se cumplen 100 años del natalicio de Octavio Paz, y
mírate cómo estás tú en lo general y cómo está el mundo:
Tengo
actualmente un libro en concurso de poesía, ya no vivo en el DF como en 1994,
cuando fue la única vez que vi personalmente en una lectura a Octavio Paz en el
centro cultural San Ángel. Fue en una mesa de lectura llamada “de vuelta a la
poesía”. Fui con Sergio Vicario y Victor, y había expectativa en el ambiente
por ver a Paz y los poetas que lo acompañaban: Antonio Deltoro, Aurelio Asiaín
entre otros. Ahora en 2014 vivo en Aguascalientes en un departamento, recuerdo
que la plaquette conmemorativa de ese día se la quedó mi novia Nora Crespo.
Tomamos vino de honor y se vivían los momentos candentes del levantamiento del
EZLN en Chiapas. Ahora estudio filosofía a mitad de la carrera en Metafísica en
internet por la Universidad Autónoma de Chihuahua, sobre esto se puede
comentar, que por cierto, acaba de morir recientemente el gran filósofo Luis
Villoro. He estado leyendo un pdf de Jean Groudin, filósofo canadiense que me
ha parecido encantadoramente iluminador, sobre todo una parte en la que habla
de lo que, no sin renuencia, Platón comentaba de la metafísica y del ser. Al
respecto, habría que anotar que “la idea de un dios creador del universo”, a
los griegos les habría de haber parecido sumamente extraño. Platón deja
entrever la idea de un “demiurgo” que habría creado al mundo solamente. Pues el
grano de la cuestión es que desde esa idea platónica y otro conjunto de ideas,
ha llegado hasta nosotros nada menos que el Cristianismo y el catolicismo, lo
cual, estaba pensando yo en los momentos en que moría Don Luis, tuve que
vomitar dos veces por el enorme peso ontológico que me significó esta revelación,
no quiero dejar de comentar esto y que quede registrado. Pero volviendo a don Octavio Paz, aunque hace tiempo no lo leo,
recuerdo que en su momento me pareció fantástico El arco y la lira, que lo
leí y lo repasé varias veces, pero recuerdo una vez en especial, en 1998,
leyendo ese libro y tomando café en un Samborns de Tlalpan y esperando a mi
novia Paula, mi chava. Pero ese libro lo leí junto con La Poética del Espacio
de Gastón Bachelard, el filósofo francés y noté correspondencias entre uno y
otro libro, así que los dos me parecieron geniales. La idea que yo creía tener
en ese momento era un ensayo de largo aliento para la escuela de escritores de
la SOGEM. Hay algunas frases muy bien dichas en el Laberinto de la Soledad
como: “Las redes de pescar palabras están hechas de palabras”. Pero una idea
más amplia de esa frase ya la había dicho Karl R. Popper en La
Lógica de la Investigación Científica, libro escrito cerca de 10 años antes
cuando Popper dice: “Las teorías científicas son redes que lanzamos para
apresar eso que llamamos mundo para comprenderlo, dominarlo, etcétera” Dicho
libro abre con un epígrafe de Novalis que dice: “el que lance la red más lejos
pescará más”, o algo parecido, y es bien sabido que a Octavio Paz le gustaba
Novalis. Otro libro que leí antes de eso de Octavio Paz fue El
laberinto de la soledad, que era un libro de Raquel Trejo y que se lo
volé a Gaby o ella me lo prestó, no recuerdo. Pero recuerdo que esa lectura la
sentí indigesta, me parecía un libro muy inteligente, claro, pero a la vez
demasiado mágico en sus resoluciones y afirmaciones sobre México. Creo que el
libro, como está visto al paso del tiempo, alrededor de él hubo mucha polémica
pero es un libro que parece que ya nadie le cree que tenga en la actualidad un
reflejo de lo que es la sociedad mexicana. Esa lectura me hizo daño porque por
un tiempo, en mis veintitantos años, la tomé a pie juntillas. También leí de
Octavio Paz su Pasión crítica, que está superado por ser coyuntural, pero Libertad
bajo Palabra me sigue pareciendo un libro extraordinario, todo el libro
debe permanecer dentro de la lógica del canon literario de México eh
Hispanoamérica, Piedra de Sol, mi vida con la ola, Los Trabajos del Poeta, ¿no
hay salida? Etcétera. Otro libro que
leí un poco después, creo que en el año 2000, fue Salamandra, el libro de
poesía más surrealista de Paz, según creo. Me encantó, y no solamente uno sino
varios poemas, en especial es muy fuerte el poema “repeticiones”. Fue un libro
que amé y agradecí, así como se tiene que agradecer todo de Octavio Paz, pero
críticamente, incluso discrepar, pero como todo mundo habla de Octavio Paz para
atribuirle cosas, yo me quedo con mis propias lecturas. El Paz intelectual no
lo conozco tanto, gracias a mi padre he sabido de algunos textos, tengo la obra
Los
Hijos del Limo, pero no lo he leído. Hoy fui al ISSSTE, al GYMNASIO con
ese mediocre y desde Aguascalientes escuché a Carmen Aristegui y ahora mi amigo
Joaquín ha vuelto, después de 20 años de residir en España, a Aguas, como
siempre el Mundo sorprende porque sigue siendo el Mundo.
Llevas
ocho años por éstas fechas de residir en Aguascalientes, ha sido duro en varios
aspectos por esa idiotez de juan de las pitayas, yo creo que nunca más volveré
a esa casa de trapiche al lado de esos subnormales, cerdos fascistas y
lambiscones lamedores de botas, viví pocos meses con Salazar, luego en trapiche
estuve escribiendo mucho y leyendo mucho, leí muy buenos libros ahí, dos largos
de Cabrera Infante el clásico Tres tristes tigres y me gustó mucho
más La
Habana para un Infante difunto, ese gran Cabrera Infante voy a elaborar
un ensayo largo de él con mi proyecto FONCA, si lo gano claro, leí el grandioso
libro de El Torturador de Saúl Ibargoyen, y escribí una nota de él, más bien un ensayo para la Academia Uruguaya
de Letras y para Dos Filos de Zacatecas,
además sigo leyendo su poemario El
Poeta y yo, huy, ese libro de Saúl lo he gozado en muchos viajes en
camión entre el DF y Aguascalientes. “Ganarás tu vino con el chocar de tu
copa”. Luego leí Los Rojos de Ultramar, leí La
Voluntad y La Fortuna de Carlos Fuentes, leí los cuentos de Edgar Omar
Avilés, leí Las Puertas de la Oscuridad de mi amigo Ernesto Murguía, eran
cuentos. Releí En Esto Creo de Carlos Fuentes, sigo, como desde entonces,
leyendo varias veces a la semana los poemas de Blaise Cendrars, La
Prosa del Transiberiano, he leído y descubierto a Robert Walser, el
libro Sueños es una pieza maestra, he descubierto, poco antes de su
muerte a Bolívar Echeverría a través de Stefan Gandler, sigo leyendo a veces
los poemas de Arturo Valdéz Castro, mi viejo cuate, leí de Arturo Pérez
Reverte, La Reina del Sur. Metí el año pasado un proyecto al FONCA sobre
una idea borrador de una novela sobre un Barman que leía a Dylan Thomas en
Aguascalientes, no me dieron el proyecto, pero para éste año quiero meter un
proyecto mejor: se trata de un libro de ensayos de 180 cuartillas más o menos,
con ése proyecto sí tengo tela de donde cortar, ya veremos. Por otro lado
gracias a la Universidad virtual he leído muchísimo, sobre Platón, La Escuela
Milesia, La Escuela Jónica, mucho sobre lógica simbólica, mucho sobre teoría
del conocimiento, sobre filosofía de la ciencia, he leído a mi amigo el Doctor
en filosofía Caleb Olvera su libro Estética y disolución, gané en
Zacatecas el Rosetón de Plata gracias a mi destacada trayectoria artística,
me lo mandó el obsequio la gobernadora Amalia García en 2009. He releído los
ensayos compilados de Filosofía y sexualidad por Fernando
Savater, he descubierto a Geney Beltrán Félix como amigo distante y sus ensayos
El
sueño no es un refugio sino un arma, que son realmente buenos,
bastante altos. Leí y lo malo es que lo regalé La Posibilidad de una Isla
de Michel Houellebeq, me arrepentí de regalar el libro a un amigo de mi hermana
pero también leí El mapa y el territorio y me pareció totalmente bueno, ¡ha! ¿Cómo
lo podía olvidar? Compré en Aguascalientes un libro usado pero es uno de mis
grandes maestros: ERNESTO SABATO, de él leí Sobre héroes y tumbas,
una obra maestra y dentro de la lógica del máximo canon Latinoamericano, además
el gran libro de Julián Meza, El Purgatorio Liberal, curiosamente,
lo estaba leyendo cuando él estaba falleciendo por un cáncer mal tratado. Julián
Meza era amigo de Vic y de José Vicente Anaya, Sergio Zermeño, etcétera, otros
libros también.
Además
en el segundo semestre de 2013 le di cinco clases gratis de taller literario al
joven Esteban, leímos mucho y discutimos mucho en el ciela fraguas, dejé de
darle clases porque me parece ridículo dar un taller literario a un solo
alumno, aun así, el joven quedó muy contento, ni siquiera cobré nada,
comenzamos con el libro De escritura, un manual de apoyo a
talleres literarios hecho por mi viejo maestro Bernardo Ruiz.
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