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domingo, 13 de noviembre de 2022

OBSERVACIÓN

La cuestión es que Cristina Peri Rossi

Es una Poeta Maravillosa entre el cruze

De los milenios y XX y XXI, he leído

Y disfrutado mucho su poesía

La Barca del tiempo, es una antología

Que aporta mucho sentido poético

Al fenómeno del exilio

Ella juega diciendo: “tengo un dolor

En el cuerpo, creo que es la patria”,

Me da la impresión de que es genial

Lo lúdico de su poesía, ¿Será que nuestro

sentido del humor se ha refugiado en la poesía?

ÉSA ES PUES, LA OBSERVACIÓN.

 

  

POEMA DEL DOMINGO A MEDIODÍA 13 de NOV-2022

 

Ayer por la noche fui al teatro, la función fue interesante

Hoy domingo lo he hablado con Whatts app con varias personas

Me pareció el paso correcto que debía de darse

En el auto, escuché un audio de Emiliano Monge, el escritor de CDMX.

No sé por qué pero tuve la noción de que el me decía que según

Quién sabe qué, me están haciendo brujería,

Me dio mucha risa, pero creo que eso es puro cuento,

Demasiada soledad y más ¿brujería que no tener dinero?

Me cae que Emiliano Monge es exagerado rete harto.

Vuelvo a la función de teatro, que trataba sobre el fenómeno

De la migración, de cómo piensan, cómo se experimentan,

Cómo quedan los hogares de los migrantes mexicanos

Que deciden irse a buscarle a los Estados Unidos.

 

Todo eso es botón de muestra de una ciudad mediana

Como Hot Waters City Aguasardientes Ags.

Los pájaros volaron en la mañana los vi cuando

Me dirigía a tomar el periódico y un electolitro.

Brujo, jm.

 

sábado, 12 de noviembre de 2022

EL PRÓLOGO QUE NO TUVO LA EDICIÓN DEL ROSETÓN DE PLATA Y OTRAS NARRACIONES

 

EL autor del libro no debe de ser reprochado por andarse por las ramas en su prólogo. En las ramas vivía el ramapitecus y era muy agresivo, recio y reacio, era reaccionario. El autor del libro no lo es, cree en un Charles Darwin que trabaja todos los días también por la evolución cotidiana del hombre. ¿Qué es pues éste libro, qué significa? Igual que todos los libros, éste es un símbolo, una señal en el mundo de la civilización humana. ¿Ficción autobiográfica? Sí y no. O en más de un sentido, precisemos: un codearse con uno mismo en el mundo de la mitomanía autobiográfica… ¿Por qué y en qué sentido? Porque la intención ha sido elaborar un libro de relatos para ubicar en mi reciente pasado juvenil (el último relato ocurre en 2010) a ciertos pasajes de mi propia vida tanto en la Ciudad de México como Aguascalientes. Dos mundos disímiles y muy diferentes, dos territorios narrativos y geográficos pero firmes en el tiempo y el mapa. Que en mi juventud y casi todavía en el presente me obligan a un estar yendo y viniendo, como dirían los cantantes del silencio: “Y no dejas aire que respirar”. Pero en realidad aquí hay mucho aire: borracheras míticas, sexo (Con erotismo y ceniza enamorada por la que se fue, porque fue más de una), conciertos multitudinarios de música vernácula, viajes de Aguascalientes a Zacatecas, en fin, muchos Jack Daniel’s y Londons Coktails… Lo cierto es que los  relatos son ágiles, el libro puede leerse en menos de una semana, aunque yo esperaría que la o las generaciones que vienen detrás de mí (que son, obviamente por la temática juvenil del libro, los lectores que busco) me conservaran en sus corazones más tiempo: mucho más tiempo es decir ¿Qué te gusta? Por lo menos las otras 51 semanas que corren en el año: un tiraje ganador de la beca de publicaciones de las becas estatales de Aguascalientes lo amerita.

Italo Calvino el escritor italiano, muerto en 1985 que escribió: Seis propuestas para el próximo milenio ese mismo año en que murió, decía que los atributos de la literatura para el siglo XXI deberían ser: La levedad, la rapidez, la exactitud, la visibilidad, el arte de empezar y el arte de acabar. Creo que éste En busca del Rosetón de Plata y otras narraciones, -¡Respetando las distancias que nos separan por el talento a Calvino y a mí por favor!- cumple con la encomienda y, en el caso de nuestro País, como lo afirmó Fabrizio Mejía Madrid de las obras escritas por autores jóvenes -o no tan jóvenes ya pero pensando en ellos-, sabemos ya que se echó a andar todo un torrente de literatura que abreva principalmente de Jorge Ibargüengoitia y absorbe muy poco –algo mínimo- de los enormes novelistas y cuentistas del pasado siglo dos XX en México: José Revueltas, Rulfo, Carlos Fuentes, Fernando del Paso, Elena Poniatowska o Rosario Castellanos, ni siquiera José Emilio Pacheco o Sergio Pitol. Pero sin demeritar los esfuerzos de los que hoy habitan en las grandes ligas, creo que la distancia ha sido sana y prudente por dos razones: se les sigue mencionando en todas partes a aquellos grandes y entonces surge la pregunta en efecto: ¿Cómo hacer un remake de la vida en la megalópolis a la sombra de La Región más transparente y peor: a la sombra de 15 millones de habitantes de la Ciudad de México? ¿Cómo hablar de prostitutas después de Crimen y castigo del ruso y peor: ¡De El Luto Humano de José Revueltas!?

Pues en efecto, abrevando de Jorge Ibargúengoitia, evolucionando sus pasos pueden leerse y entenderse éstos relatos, donde cabe todo menos la solemnidad y la derrotada cultura del fracaso del joven naufragante es vista con fiesta y mucha tónica humorística. Mientras que las referencias a personas que han sido mis amigos o parejas, pueden entenderse como un giño por el hecho de que no los he olvidado… Por ejemplo cada vez que voy a una tienda de helados de la michoacana.