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lunes, 30 de enero de 2023

FILOSOFÍA EN KARL R. POPPER POR MARCOS GARCÍA CABALLERO::

 

CONCEPCIÓN DE HISTORICISMO EN  KARL POPPER       

MARCOS GARCÍA CABALLERO

1.- Presentación e  Introducción

Karl Popper es una de las figuras más importantes dentro de la Filosofía de la Ciencia en el siglo XX, que concentró su atención en el uso y ejercicio de la razón y propuso el uso de la crítica, para juzgar las propuestas de solución a problemas a los que arribasen las distintas disciplinas científicas, mediante el método de la refutación o falsabilidad. La importancia concedida al uso del razonamiento, como arma de la crítica para el avance científico, hace que su filosofía haya recibido el nombre de “racionalismo crítico”. Popper mismo comenta que la esencia de este planteamiento es “la prontitud en corregir nuestros errores y la disposición de aprender conscientemente de ellos”.[1] La ciencia, sostenía Popper, junto con el lenguaje y las tradiciones son actividades humanas que sin embargo, gozan de autonomía y en la ciencia es quizá, la única actividad donde los errores son sistemáticamente revisados y corregidos.

El pensamiento de Popper incluye una teoría del conocimiento, y una diversidad de conceptos subordinados y desarrollos popperianos como la teoría de la demarcación, lo que es la verdad, la explicación, la unidad del método científico, la primacía de las teorías científicas sobre los hechos empíricos, así como otros temas de interés como la crítica al marxismo, la importancia de la tolerancia, el valor de la democracia, la sociedad abierta, crítica al historicismo, exploración de la filosofía de Platón y otros temas.

Es por esta amplitud de intereses y  compromiso con el desarrollo del pensamiento con lo que me identifico, y por eso es que hago de este filósofo el tema de la presente disertación, pero enfocándome  en particular a su concepto sobre lo que es el  historicismo y su crítica al mismo, ya que se conecta con temas vistos en nuestra materia de Filosofía Social, tratando también lo referente a sus planteamientos sobre la importancia de la tolerancia y vivir en una sociedad abierta.

2.- Desarrollo

A) El Historicismo

Popper denuncia en varios libros y artículos el gran error de considerar que es propio del historicismo, y que consiste en considerar que  “hay leyes intrínsecas del desarrollo histórico que es posible averiguar y saber qué es lo que nos depara el futuro”. A esta idea le da el nombre de “historicismo”, derivada de un concepto erróneo, de raíz teleológica y de ideas ampliamente aceptadas como que la historia sigue un curso pronosticable y que hay periodos históricos repetibles en la historia de todos los pueblos, lo que conforma supuestas “leyes de la historia”[2] las cuales se pueden utilizar para predecir el tránsito futuro de la historia. Señala que diversos pensadores, de distintas tendencias, han sostenido eso, como John Stuart Mill, Auguste Comte (Leyes de sucesión en la historia), Oswald Spengler (inevitable “decadencia de occidente”), ó Karl Marx (revolución proletaria y arribo a la sociedad sin clases). Con base en esta convicción se llega a afirmar que “es imposible detener el curso de la historia”, dándole una implicación de que necesariamente se desenvolverá por la vía predicha, en conveniente respaldo al sistema de pensamiento o teorías personales sostenidas.

A la misma raíz historicista pertenecen diversas creencias como la “del pueblo elegido”, o del “destino manifiesto”, o la ley del paso ineluctable por las etapas que pueden ser juventud, crecimiento, madurez y decadencia, o bien: “feudalismo-capitalismo-socialismo”, incluyendo la etapa final: “la sociedad sin clases”. Al menos las afirmaciones de “pueblo elegido”, “destino manifiesto” o “el Reich de 1000 años”, no pretenden ser científicas, sino parte de un discurso político o religioso, pero cuando tales afirmaciones se hacen como resultado de investigaciones, que reclaman validez científica y metodológica, para Popper, no son sino pseudociencia, que incluso han tenido repercusiones negativas, al impactar en las personas haciendo depender sus acciones prácticas de esa profecía, que resultó finalmente falsa[3].

En la visión historicista según Popper existe el error de no apreciar que el futuro se decide constantemente por los diversos hombres que actúan, y aunque hay tendencias y fuerzas económicas, tecnológicas y de pensamiento actuantes, no es posible predecir un determinado curso de la historia, especialmente a largo plazo, y suponer que esa predicción tiene carácter científico. Según Popper lo que corresponde al historiador es ver las posibilidades que se abren ante el futuro, en el que no hay hechos sino posibilidades abiertas[4]; en este contexto es aceptable y preferible hablar de “tendencias” que el historiador y científico social detectan en su estudio de las sociedades y no afirmar la existencia de leyes para señalar un curso determinable y predecible del futuro de las sociedades.

A las personas nos corresponde analizar dichas posibilidades y  sopesar la conveniencia de cada una de esas tendencias y apoyar o respaldar la que consideremos más adecuada, desde nuestro punto de vista ético o intereses, siendo claros que no pasa de ser una “tendencia”, no un resultado inminente.  

Popper ofrece pruebas de la forma como han fallado estas predicciones y en especial se refiere al caso de la teoría marxista que pronosticó la crisis final del capitalismo, su derrumbe por sus contradicciones internas, y la instauración del socialismo, ya sea  en forma incruenta o mediante una revolución. Sin embargo esta teoría hizo mucho daño pues aquellos quienes adoptaron la causa del socialismo sentían que marchaban al lado de la razón histórica e incluso cuando posterior al triunfo de la revolución rusa empezaron las purgas stalinistas, muchos izquierdistas se autosacrificaron en aras de su fe inquebrantable en que así lo exigía “la causa” y que de cualquier modo al final quedaría plenamente instaurado el socialismo, trayendo la felicidad para todos. Las promesas del marxismo se convirtieron en artículo de “fe” y en dogma, precisamente por su carácter pseudocientífico.

Popper no desacredita por eso todos los planteamientos marxistas y los de las otras teorías mencionadas; estima que constituyeron un formidable esfuerzo intelectual y que requirieron gran valor personal en su formulación, pero sometidos a la crítica de la razón, se demuestra que hay fallas en ellos y que no constituyeron una buena aproximación a la verdad. Es lamentable sin embargo, que en algunos marxistas existan fuertes resistencias a someter a crítica la teoría, y sostengan posiciones dogmáticas[5].

Resulta interesante señalar que la definición de Popper de “historicismo”, sin embargo no es la misma que otros pensadores han hecho. Tanto Nietzsche como Benjamin criticaron al historicismo, pero por motivos ligeramente distintos. Nietzsche atacó al delirio histórico de los “hombres históricos”, como una presunción de conocimiento academicista, un tanto muerto, ya que no toma en cuenta la acción real que ejecutan los “hombres ahistóricos”, llegando el historicismo a la conclusión de que no había ninguna otra alternativa a los hechos de la historia, más que de la forma como se presentaron.

Un reproche parecido fue el que formulado por Benjamín; para él el historicista siempre está del lado del vencedor y ven la historia como un “algo que se cuenta”, en vez de ser  un pasado potencialmente vivo que se apropia; el historicista interpreta los acontecimientos del pasado a la luz de lo que sucedió posteriormente, adoptando el punto de vista del vencedor, dice Benjamin.

Nietzsche propone la acción, para salir del entrampe historicista.  Benjamín indica que hay que hacer propios el “recuerdo de los antepasados humillados” para que la clase que lucha realice una aprehensión de su pasado, obteniendo así la conciencia y la fuerza necesarias para romper con el presente, negándolo, y proyectarse hacia el futuro. Pero para ello necesita la ayuda del intelectual marxista crítico y comprometido.

En comparación de Nietzsche, un poco más simplista (pero directo por comprometerse a la acción), el desarrollo de Benjamín es más complejo y refleja su desesperación y soledad ante el brutal momento que le tocó vivir, así como su propia conciencia problematizada.

Popper --sin necesidad de los complejos argumentos de Benjamin, para conciliar y salvar los postulados marxistas-- ve sencillamente al historicismo en forma analítica y realiza su crítica para denunciarlo como pseudociencia y reclama el valor e importancia del conocimiento científico, no como panacea e infalible, pero como el medio para alcanzar una mejor aproximación a la verdad, en un ambiente de tolerancia y crítica.

Aquí el pensamiento de Popper se dirige a otros temas que le son muy caros: la tolerancia, su expresión en la forma de sociedades democráticas y en especial el concepto de sociedad abierta. Sólo en ese ambiente puede el ser humano desarrollarse con sus potencialidades.

B) Importancia de la tolerancia y la Sociedad Abierta

En sus escritos Popper concede gran importancia a la tolerancia, tal vez como el escenario necesario para la aplicación del racionalismo crítico. Explica que “debemos esforzarnos  en escuchar a los demás y en aprender de ellos, y en concreto de nuestros oponentes, si queremos seriamente aproximarnos más a la verdad o descubrir el mejor tipo de acción a nuestro alcance”[6] Esboza los siguientes pasos en este proceder tolerante:

→ Puede que esté equivocado y usted, en cambio, esté en lo cierto.

→ Discutiendo las cosas racionalmente quizás podamos enmendar algunos de nuestros errores.

→ Si discutimos las cosas racionalmente, puede que ambos nos acerquemos más a la verdad

Popper dice que es “importante que aprendamos unos de otros y de este modo veamos que estábamos equivocados; aunque al final no nos pongamos de acuerdo”[7]. Sin embargo el contacto entre posiciones divergentes, con honestidad, siempre es fecundo, y en realidad no importa mucho el acuerdo, pues es muy común que ambas partes en realidad no tengan razón y se equivoquen, al menos en parte. Popper considera que estos tres principios resumen la actitud crítica o racional que a su vez es el fundamento de la ética[8].

Este clima de tolerancia es el deseable para que pueda darse una mejor convivencia mejor y posibilite el progreso. Es aquí donde Popper señala que en este contexto la mejor forma de gobierno, sin que sea perfecto, son las sociedades democráticas, con instituciones democráticas. En el curso de una entrevista se le pregunto una vez a Popper ¿que gobierno prefiere?, a lo cual respondió: “uno en el cual si la población desea cambiarlo, no sea motivo de que acabe en la cárcel, y puede darse el cambio en forma pacífica”, ya que desafortunadamente existen regímenes en los que cualquier crítica o disidencia no son aceptados y la alternativa es la cárcel o la desaparición forzada, y un cambio de gobierno sólo puede hacerse por la vía violenta.

En sus escritos Popper señala que actualmente las democracias más estables del mundo occidental han alcanzado bastante madurez y los focos de poder no son únicamente el gobierno, sino la prensa, partidos políticos de oposición, grupos diversos, la televisión, fundaciones, etc. Hay un clima de libertades, que si bien no es perfecto, es muy saludable, unido a cierto bienestar económico, si bien no generalizado, se intenta combatir la pobreza.

Su ideal como “sociedad abierta” es formulado en su libro “La sociedad abierta y sus enemigos” (1943), donde hace un amplio desarrollo sobre este tema,. En forma abreviada Popper insistió posteriormente en algunos aspectos básicos o centrales de una sociedad abierta, teniendo las siguientes características:[9]

1.- En primer lugar que debe ser posible un libre debate acerca de la cordura o no de las decisiones que toma el gobierno y que este debate tengan una influencia política real.

2.- En segundo lugar las instituciones deben existir con el fin de proteger la libertad, así como a los más pobres y débiles, del atropello de las fuerzas económicas. Es decir, el Estado no dirige la economía pero si modera algunos de sus aspectos más extremos.

Por último señala que lo más importante para la apertura de una sociedad son la libertad de expresión y la existencia de una oposición influyente. Es por ello que las sociedades abiertas no son estáticas, cambian dinámicamente, porque se hayan expuestas a la discusión crítica. Desde luego, las dictaduras son más estables.

Popper es criticado por creer en el poder fundamental de la razón, a lo cual responde que desde luego no es iluso, pero plantea que siempre que tengamos la opción de escoger entre la razón y la fuerza, debemos escoger a la razón y  que es un crimen usar la fuerza o la violencia allí donde podría evitarse. La violencia enreda a uno cada vez más con la violencia. Concluye diciendo que la fe en la razón, incluida la razón de otro hombre, conlleva la idea de imparcialidad y tolerancia, e incluye el rechazo de todas las pretensiones de detentar la autoridad”[10]

3.- Conclusión

Mediante este comentario de las algunas de las tesis de este filósofo, esperamos quede claro porque creemos que sus tesis representan una verdadera alternativa razonada, desde el plano de la filosofía, a cuestiones básicas de la existencia, con impacto en las decisiones que tomamos en lo personal. Su recomendación de que siempre que tengamos la opción de escoger entre la razón y la fuerza, debemos escoger a la razón y  que es un crimen usar la fuerza o la violencia allí donde podría evitarse, es un argumento con fuertes resonancias en el marco de nuestro actual mundo violento. Igualmente queremos destacar los tres principios de tolerancia y discusión, los cuales resumen la actitud crítica o racional  y a su vez son, con toda razón, el fundamento de la ética. Además de expresar sus argumentos esforzándose siempre por la mayor claridad y sencillez, Karl Popper mantiene en sus textos un aire optimista sobre el hombre y el futuro del mundo, por ejemplo: “Es un crimen denunciar las atrocidades del mundo, vivimos en un mundo muy inhumano, pero también en uno muy humano”.

 

 

 

 

 

 

 

 

4.- Bibliografía.

1.- Popper, Karl R. “El estatus de la ciencia.  Una emisión radiofónica para Rusia (1963)”. Pp. 326 a 332.

 

2.- Popper, Karl R. “Acerca de la razón y la sociedad abierta. Una conversación” (1972). Pp. 345 a 360.

 

3.- Popper, Karl R.La profecía histórica como obstáculo para la paz (1973). Pp. 372 a 380.

 

4.- Popper, Karl R. “Prefacio a la segunda edición italiana de ‘La Miseria del historicismo’ (1975)”. Pp. 383 a 387.

 

5.- Popper, Karl R.De la Tolerancia (1981)”. Pp 389 a 406.

 

6.- Popper, Karl R. “El historicismo y la Unión Soviética” (1991). Pp. 460 a 464.

 

 

Artículos tomados del libro:

 

Popper, Karl R. “Después de ‘La Sociedad Abierta’. Escritos sociales y políticos”. Editado por Jeremy Shearmur y Piers Norris Turner. 603 pp. Ed. Paidós. Madrid, España. 2010.

 

 

 



[1] Popper, Karl R. “Prefacio a la segunda edición italiana de ‘La Miseria del historicismo’ (1975)”, pag. 386.

[2] Popper, Karl R.La profecía histórica como obstáculo para la paz (1973), pags. 373 y 374.

[3] Popper, Karl R. Op cit, “El historicismo y la Unión Soviética” y  Prefacio a la segunda edición italiana de ‘La Miseria del historicismo’(1975)”.

[4] Popper, Karl R. “El historicismo y la Unión Soviética” (1991), pag. 461

[5] Popper, Karl R.La profecía histórica como obstáculo para la paz (1973).

[6] Popper, Karl R.De la Tolerancia (1981)” pag. 398.

[7] Op. Cit pag. 400.

[8] Op. Cit. Pag 401 y 402.

[9] Popper, Karl R. “Acerca de la razón y la sociedad abierta. Una conversación” (1972).pag. 349 y 350

[10] Op cit. Pag. 360.

SOBRE ZARATUSTRA

 

Zaratustra y los discursos de la virtud.

 

Bien, en la tradición filosófica, es sabido que Nietzsche es partidario de un modo de filosofar, digamos, individualista, lo cual, en buen español, significa que Nietzsche, a pesar de sus penetrantes ensayos sobre la Grecia Clásica, era una persona que tenía alma de Poeta; lo cual no lo descarta en el terreno filosófico pero sí presupone que su filosofía parte de una óptica propia, como las poéticas de los grandes poetas como su amigo Hölderlin que vivió los últimos treinta años de su vida en aislamiento ayudando solamente a un carpintero y ya había abandonado la labor poética para ese entonces. Otro caso es su amigo el músico Wagner, (de hecho en sus primeros estudios los tres eran amigos) luego Nietzsche rompió amistad con ellos por razones de discrepancia intelectual. (Yo sospecho que desde esos tiempos de su formación los tres eran muy intensos y muy graves, o medio tocadiscos).

En este capítulo de los discursos de la virtud, así como casi empezando el libro “Así habló Zaratustra”, queda bien claro, como se menciona en una parte de mi edición en el prólogo, que Zaratustra es un anti-Jesús o, como yo alcanzo a vislumbrar, se opone al Cristianismo por razones de la propia Alemania, ya que la Reforma de Lutero empezó ahí. Entonces, sí existe una tradición de los pensadores alemanes de discrepar o de cuestionar al Cristianismo. En este caso, Zaratustra comienza su bajada de las montañas boscosas y llega a los pueblos. Se pone a escuchar a un sabio que habla de las virtudes y, en especial hace referencia a la calidad del sueño tranquilo y pacífico que logra todo aquél que durante el día alimentó sus virtudes. Esto es, en síntesis, lo que dice el sabio. Zaratustra se burla de él aunque no entra en conflicto con nadie y habla para su corazón diciéndose: “Éste sabio sólo logra hacer dormir al que lo escucha”. En este caso Zaratustra no envía ningún mensaje a nadie, pero es de creerse que los critica porque los ve dormidos y no despiertos, de hecho Hölderlin, amigo de Nietzsche, tiene una famosa frase que dice: “¡Poetas despierten a los aletargados!” Es decir, entre estos tres (el músico, el filósofo y el poeta) existen correspondencias en sus pensamientos. Por mi parte creo que la aportación de los tres es enorme, pero es evidente que su época no estaba preparada para recibir sus aportaciones. Quizá en ese sentido el más afortunado fue Wagner.

MARCOS GARCÍA CABALLERO.

 

miércoles, 18 de enero de 2023

AUTOPROMOCIÓN DE HÁPAX CON FOTOGRAFÍA


Ésta de arriba, excelente foto-arte de la Virgen de Guadalupe, 
del logradísimo fotógrafo Gerardo González González 
en un punto de la ciudad de HOT WATERS.
Son policías los que pasan ahí.


Ésta foto de arriba, de Visita en un pueblo Mágico cerca de Aguascalientes, Calvillo, es un municipio, lo atractivo de ése lugar es que, ahí está un museo sobre TODOS los pueblos mágicos del País, ahí se exponen cosas verdaderamente geniales, lo que puedo hacer es invitar a mis lectores de AGS, a que se vayan a divertir con el museo de los pueblos mágicos de México.






Y ésta foto...? Pues hace dos o tres Navidades, salió carísimo el 2666, y no lo he leído aún, (es una lectura atascada, necesito más tiempo, y la gabardina de los raiders, padrísima gabardina me han dicho que se las venda a uno que otro, pero ni madres, y ese Roberto Bolaño, sí sí!! Obvio, para gente como yo es una prueba éste librazo, como digo, es una prueba contundente de que es posible la escritura!