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Todos los textos son propiedad de sus autores, quienes tienen todos los derechos sobre ellos (¿o será al revés?) y han decidido libremente publicarlos aquí para la difusión pública sin fines de lucro. *Este proyecto está basado, en sus orígenes, en la idea de Dulce Chiang y Alicia Quiñones



domingo, 23 de marzo de 2008

Aforismos del caos

Tú que ni poema llegaste a merecer, te toca punto final.
*
Sobre el prójimo se ha escrito mucho verso,
Se ha maldecido, se ha injuriado, pero jamás se ha colocado
Los puntos sobre las íes en la palabra prójimo.
*
No le deseo mal a mi hermana, no le deseo mal a mi hermana, no le deseo mal a mi hermana..
*
Gravito en una soledad de cuarto piso sin molestar a nadie,
No quiero ser ni la música triste de la ex novia,
Solamente pretendo aportar un verso mínimo a lo ya recorrido,
A lo ya pensado, a lo ya vivido,
Es entonces cuando se presiente de nuevo la pandemia de generar caos
Por medio de la palabra, la totalidad de caer uno mismo en sus propias palabras: no condena, no salvación, simplemente el fenómeno siempre inabarcable, de que al momento de escribir, se caen de los dedos al texto una biblioteca, por pequeña que sea, y una obra, sea la obra propia lo que sea: escribir se parece a caminar por el mundo, uno siempre sabe ya donde es arriba y dónde es abajo, solamente que volver es acto de poetas, con razón Octavio Paz, hablaba de que la poesía no busca ni espera otra cosa que no sea la resurrección.
*
Escojo sin lugar a dudas aquél libro, éste, donde nada sé, donde todo está perdido. El libro imposible de referenciar con Algo.
*
El deseo?
Es inevitable, por supuesto, lo que sí puede evitarse es chocar contra él, ya que es tan hermoso.
*
¿Escribir dándole la espalda al mundo? Quizá sería más adecuado decir: se escribe después de hojear al mundo, hojearse a uno mismo, hojear a los otros para, por fin, hacer una hoja que valga la pena.

haaa la la la la juventud.

Rugido espeso, látigo de azúcar,
el titán del desprecio.
Mas por su amada no…
no se nombra, no se oculta, no renuncia.
Sino más bien se concatena.
En el abrevar azulado de la galaxia,
y aunque ésta no sea la triste canción de amor,
soy yo, trono de voz,
luciérnaga, verticalidad y zompantli
para los muertos que quieran saber
dónde está aquella calle, donde dos, una y uno, se amaron,
se depositaron y se reencontraron,
aunque bueno,
al final la faena terminó en la delegación.

jueves, 20 de marzo de 2008

Extrañamiento que no acaba**.

«...llorando, / llorando la hermosa vida.»
J. SABINES

Tiemblan mi sangre y mis piernas
de tu espíritu la ausencia,
pues no me basta más ciencia
que la tuya me concierna.
La distancia se acrecenta
en mi pecho detenido
que por más que haya venido
de tu ausencia se lamenta.
No te veo, A*..., ¿qué haces
que a mis brazos no retornas,
que a mi vida no la adornas?
Para, hermosa, ya no pases:
mi corazón a habitar
quédate con alegría,
que sin ti me pasaría
llorando la eternidad.


30/jul/2007



*(?)
**Algo que no sé que sea, lo único seguro es que lo rescaté del olvido.
Quizá sea un divertimento que me alivió en el momento, o quizá sea
algo que se me ha negado ver por ahora. Juzguen ustedes y sean
brutales.

martes, 4 de marzo de 2008

lunes, 3 de marzo de 2008

1

Siempre soñé tus labios en los míos,
encontrándose trémulos y calurosos,
inciertos del calor de la otra piel.

También soñé tus manos en las mías,
desnudándose ávidas y presurosas,
buscando el calor de nuestros cuerpos.

Después oí ese leve jadeo,
ése que imagino haces
en las pausas de tus besos.

Y desperté en la mar:
aferrado a la corriente de un madero
como a tu cintura,
yendo tras la muerte que me has dado.

Mérida 02/2008

Publico esto recién salido del horno, sin pulimentaciones, añadidos o correcciones.
Y esto no lo escribo a modo de apología, sino todo lo contrario.