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lunes, 31 de mayo de 2021

ESCRITURAS CITADINAS

 

Efrén Huerta Romo

Cecilia Kühne

30 de mayo de 2021

Economista

 

Le decían el Cocodrilo, pero su nombre completo y verdadero fue Efrén Huerta Romo. ( lo de “Efraín” fue un cambio de nombre sugerido por sus amigos poetas, “por ser más armónico y más digno de un escritor”). Nacido en Silao, Guanajuato, el 18 de junio pero de 1914; murió en la Ciudad de México en 1982.

 Hoy que ya es lunes hablar del ayer 30 de mayo, parece inútil. Todavía no acaba mayo pero el tiempo se nos terció hace tiempo. Estamos a la mitad del año aunque apenas sea mañana cuando se cumpla el plazo. Las cuentas no son claras y los asuntos muchos. Muy tarde abrimos el Diccionario de los políticos de Juan Rico y Amat para encontrarnos que bajo el rubro “Elecciones” dice: “el prólogo de una comedia; como tal no se respetan en él las reglas de acción, tiempo y lugar. Es la elección una batalla campal donde se vence, no por el número de los soldados sino por la estrategia de los generales.(...) Desde que se preparan hasta que se terminan, la intriga y el movimiento están a la orden del día. (...) es también el sepulcro de las ilusiones de unos y la cuna de las esperanzas de otros: ¡qué de proyectos han autorizado las elecciones! ¡Qué de desengaños han producido!”. Si seguimos hojeándolo resulta que critica las estructuras que llevan al engaño lo mismo a liberales que a conservadores, igual a los de derecha que a los de izquierda. A los políticos los califica de demagogos, retóricos, especialistas en el autoelogio y el drama teatral”. Y al llegar a la intención verdadera de su texto escribe: “¿No causan indignación y asco al mismo tiempo los viles medios de que se han valido hasta hoy los partidos políticos para falsear a cada instante las principales bases del gobierno representativo?”  Y quizá la tristeza nos invada cuando averigüemos que “elector” está definido como “una masa suave y blanda que se presta a toda clase de formas” y cuyo nombre es “un sarcasmo sangriento” porque es tan cándido y bonachón “que no se da cuenta que hace todo menos elegir”. Valga esta libresca referencia de gozo o lamentación y quizá también para convencernos que si de elecciones se trata, es mejor la poesía que la política.

 

Es por ello, lector querido, que si de elegir se trata, nada como celebrar por anticipado a uno de nuestros más queridos poetas de junio.

 

Le decían el Cocodrilo, pero su nombre completo y verdadero fue Efrén Huerta Romo. (Lo de “Efraín” fue un cambio de nombre sugerido por sus amigos poetas, “por ser más armónico y más digno de un escritor”). Nacido en Silao, Guanajuato,  el 18 de junio pero de 1914; murió en la Ciudad de México en 1982. Su lista de premios, datos, publicaciones y textos, es larga e impresionante pero dice poco de su obra y no nos comparte que leer a Efraín Huerta es develar una página gloriosa e inaudita la poesía mexicana, ni que fue un poeta de colores e imágenes indescriptibles. “Creo que cada poema es un mundo”, escribió alguna vez. “Un mundo y aparte. Un territorio cercado, al que no deben penetrar los totalmente indocumentados, los huecos, los desapasionados, los líricamente desmadrados”.

 

Poeta imprescindible

 

De Efraín Huerta se cuenta que luego de  trajinar, entre Silao, Irapuato, León y Querétaro  llegó a los 16 años a la capital mexicana y se estableció en una casa se encontraba en el número 39 de la calle Paraguay. Primero quiso estudiar dibujo en San Carlos pero hubo de cursar el primer año del bachillerato en Filosofía y Letras, en la famosa “Perrera” de San Pedro y San Pablo, para después  irse a estudiar a San Ildefonso. Allí su destino se torcería para después enderezarse. Se puso a escribir y conoció a personajes como Octavio Paz, Enrique Ramírez y Ramírez y Rafael López. Este último, en un texto  titulado “Sí, Efraín, me acuerdo...”  aparecido en La Cultura en México en 1974, contó la siguiente historia sobre el poeta:

 

“Efraín, Enrique y yo fuimos a pie desde la calle de San Ildefonso hasta el departamento donde vivía el primero con su familia. En un pequeño cuarto con vista a los árboles, tenía Huerta sus libros y una mesa con papeles escritos con esa esbelta letra suya. Allí estaba, inédito, “Absoluto amor”, poemas de los veinte años, pero de expresión segura y relámpagos originales, a veces oscuros, a veces amarillos. Enrique y yo los leímos, cada uno en silencio; Efraín fumaba interrogante. Ramírez y yo nos vimos a los ojos y, casi al mismo tiempo, dijimos uno y otro: debes publicar este libro inmediatamente. Efraín sonrió entre dudoso y entusiasta. Insistimos. A poco, el libro salía de la imprenta y el nombre de Efraín Huerta empezó a ser conocido”.

 

Calificado como un poeta suave, vehemente, colérico y surrealista, pero también como un creador inmerso en una "estética de la impureza" , contrapuesta a su "poesía pura", Efraín Huerta demostró, en libros como Absoluto amor, Línea del alba, La rosa primitiva, Los hombres del alba y Estampida de poemínimos, que su obra es imprescindible para el espíritu de cualquier lector .No obstante, si de elegir se trata - y para cerrar hoy- comparto su poemínimo titulado “Salvajez”:

“Todos

Los Lunes

Descubro Que

Llegué

Muy Tarde

A mi

Fin de Semana”

miércoles, 26 de mayo de 2021

POEMA INVITADO AÍDA VALDEPEÑA DESPUÉS DE LA CALMA

 

No

no estoy sola

ni loca

ni hago de más

las cosas de mi vida.

solo aprendí a sentir

lo mismo que los otros

solo aprendí de su guarida atroz

de su silencio.

 

No

no hago de más

las cosas de mi vida

ni de menos.

solo aprendo a remar

en este misterioso río

llamado vida

 

Y no

ya no concedo

ni un solo segundo de mi tiempo

al hecho de vivir fuera de mí.

 

Yo le presumo al aire

la fuerza de mi aliento

le recalco al mar

mis arrebatos de ola

y a los volcanes

que tengo tan cerca

yo les recuerdo mi fuego de ser yo.

 

Adherida al muro de mí misma

derribo las dudas

que tuvo este inmenso amado yo.

no merecen la pena, le digo,

no merecen más lágrimas, le vuelvo a repetir

a este inmenso amado yo.

 

Y sí que mi alegría se contagia

de heridas del pasado

pero entonces

resuelvo

no moverme

permanecer estatua

para no dejar que la herida crezca

Y aunque no siempre lo puedo evitar

aunque a veces

todo esfuerzo es inútil

porque

cada aletear de mosca

abre la herida

cada grito de afuera

abre la herida

cada que el aire, el sol, la lluvia

la herida abre

y ya incluso no es la herida la que invade

sino un simple recuerdo

pero un recuerdo herido

y sí que la alegría me salva

¿Pero de qué me salva?

de qué tendría que salvarme

de qué

Por qué la idea de que debo cambiar

de que debo hacer algo

correcto o incorrecto, no importa,

pero siempre contrario a lo que hago

de que debo

debo

debo

y me detengo para decir que no

no debo

que todo

bueno o malo

lo he conseguido a pulso de quebrarme.

 

Que mi futuro es incierto

el mío y el de todos.

 

Que nadie es inmortal

que no somos dioses

ni colegas de dioses

que somos esa gente que fracasa

hace planes

no los cumple

muere

pierde toda esperanza

y luego, de nuevo, todo eso al revés

y en ese juego

yo también me he permitido

estar tan abajo

y aún así

seguir creyendo en las alturas.

 

Que mi cuerpo se quiebra, sí,

y eso puede tomarse como gloria o condena por haber fallado

porque sí que he fallado

no recuerdo cuánto

y así de necia como soy

seguro seguiré fallando

pero sean mis deseos los que me guíen

o mi dolor

o mi rabia

la que amargue los postres

o endulce las hieles del día según mis arrebatos.

 

Y sí, impaciente sí soy

también lo soy

yo diría impala

pensando siempre en lo que podría hacer

si no tuviera que esperar

a que la vida se cocine a fuego lento

porque todo, o casi todo debe esperar:

la cazuela con las calabazas

el zurcido del vestido

la fila del banco

el hospital

la escuela

el próximo sobrino

los resultados de la biopsia

que el pescado descongele

todo, todo aquí es una larga espera

y yo

mujer impala

quisiera haber llegado ya a la orilla

donde desemboca todo

donde ya nadie espera nada de nadie

y no, no hablo de la muerte

que si lo pienso bien

es quizá una espera aún más infinita

y no, no hablo de ella.

no quisiera

ni por error

asomarme.

 

Hablo de la orilla del caudal

del río que encontró su fin

y ahora es cascada sin miedo a las alturas

hablo

de contemplar

desde el vértigo

todo lo que termina.



SEGUNDA PARTE DEL ANÁLISIS DEL ESPECIALISTA GARCÍA MOTA (C_O_N_T_I_N_U_A_R_Á....)

EN ESTE CONTEXTO HISTÓRICO

MÉXICO ASUME PLENAMENTE SU SOBERANÍA

Dando pasos firmes para transitar hacia un nuevo régimen; y lo hace en este momento y en esta coyuntura histórica.

Este tránsito de Régimen México lo hace, sabiendo que ahora en el siglo XXI del año 2021, las contradicciones internas y las externas están ensambladas en el mundo de la globalización y la presencia del capitalismo neoliberal, y su relación con el capital de los grandes empresarios nacionales y en la forma del tratado Tec-Mex, las inversiones norteamericanas, las relaciones comerciales importaciones y exportaciones mostrando a México dependiente; haciéndose presente la Geopolítica Hegemónica, con la primera economía mundial de EU.

 

AMLO tiene claro la transición energética, sustentada en una soberanía energética y sabe que las reservas mundiales de petróleo estarán resolviendo necesidades de la población mundial todavía, porque el ocaso del petróleo no está “a la vuelta de la esquina” porque las cifras indican que en todo el mundo se consumirán 99.5 millones de barriles de petróleo al día para 2045; esto implica y presupone que será larga la transición energética; y sostiene que la industria petrolera servirá para que las economías en el mundo se desarrollen; y México ha destinado con los inversores privados cuarenta y nueve mil millones de dólares para extraer y producir petróleo y sentando bases para  una transición energética conveniente dando paso a dejar de vender petróleo crudo para comprar gasolinas, modernizar las hidroeléctricas y hacer que aterrice en Centroamérica el programa Sembrando Vida.

 

Sin duda, para una transición energética soberana es importante el cambio de Régimen; y por ello la Ley de Hidrocarburos y la ley de la industria eléctrica materializan el imperativo del fortalecimiento de las empresas estatales de energía Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE) como garantes de la seguridad. Se materializa la Soberanía energética palanca del desarrollo nacional detonantes de un efecto multiplicador en el sector privado y del crecimiento y el desarrollo general. Estas Reformas Constitucionales son un hecho sin precedente, porque se revierte la Reforma Energética con que el gobierno de Enrique Peña Nieto –acompañado por los partidos comparsas del Pacto por México– consumó el desmantelamiento de la industria nacional y la entrega de este sector estratégico a la rapiña de las empresas privadas.

 

El objetivo central es transitar hacia un nuevo régimen  con la llegada a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador porque este objetivo es fundamental, porque representa un PARTEAGUAS histórico, no solo como un antes y un después; es radical la diferencia de este Presidente AMLO, y no solo frente a los seis gobiernos neoliberales (1980 a 2012), la diferencia es también radical frente a todos los presidentes que sucedieron a la Presidencia del Gral. Lázaro Cárdenas del Rio (1934-1940) de Ávila Camacho hasta Miguel de la Madrid Hurtado; porque AMLO es un Presidente de Izquierda Radical que ha polarizado a la sociedad y a toda la izquierda realmente existente en 2018.

 

El tránsito hacia un nuevo régimen es un asunto central para la Nación y por ello, nos incube a todas y todos los mexicanos, se trata de la construcción de la Republica; y porque ha generado un amplio espectro de oposición hacia AMLO. El panorama de la oposición resulta claro. El tsunami de la elección presidencial del 2018 pulverizó a la oposición y el terremoto político puso en crisis la identidad política de la oposición; y aun, ahora 2021 no ha podido construir una poderosa fuerza política, navega en un mar de indefiniciones, carece de liderazgo y de un discurso político de horizonte que le permita ser un verdadero actor político de oposición. Aun así, la oposición en la intermedia 2021 y hacia la sucesión presidencial 2024 se expresará a través de  diez partidos en forma de alianzas, coaliciones y acuerdos: Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD), Partido del Trabajo (PT), Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC), Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido Encuentro Solidario (PES), Fuerza Social por México (FSM) y Redes Sociales Progresistas (RSP); y AMLO trae a varios de estos partidos como aliados.

 

AMLO trae otra oposición, en la izquierda que se asume moderna, liberal, reformista y democrática; y que se reconoce socialdemócrata y está en franca oposición a AMLO; también en oposición a AMLO esta toda la izquierda en resistencia anticapitalista que encabeza el EZLN y los colectivos de “la hora de los pueblos ; y un amplio espectro del feminismo; y de mujeres y hombres de izquierda sin militar en un partido, y no se identifican con AMLO; y también en oposición, un segmento social identificado con el modelo neoliberal y que de manera directa e indirecta ha sido afectada económicamente; y además no le gusta un gobernante de izquierda radical que este cambiando el RÉGIMEN que tubo vigencia por varias décadas en México; y además porque ven que es un GOBIERNO destructor.

 

AMLO, trae muchos aliados, entre esos están los de las izquierdas que apoyan a la 4T, y sin bajar sus banderas; están esas izquierdas están dispersas ideológicamente y físicamente por todo el país mujeres y hombres que se asumen comunistas y socialistas. Un conglomerado de decenas y hasta miles de militantes, agrupados en un mar de organizaciones: la federación Unidad Comunista formada por: el Movimiento Comunista Mexicano, el Partido de los Comunistas Mexicanos, el Partido Popular Socialista de México y el Frente de Izquierda Revolucionario; y un segmento de estas izquierdas, Movimiento de Unidad Socialista, se asumen como aliados de AMLO y la 4T. En todo este océano de las izquierdas, es el Movimiento Comunista Mexicano (ex-PCM) el que se asume como la mayor organización y del mayor número de militantes, no tiene un padrón de sus agrupados; y esta organización MCM, conjuntaron esfuerzos unitarios con: el Partido Popular Socialista de México y con el Frente de Izquierda Revolucionario para impulsar a la 4T con una gama de acciones y sus objetivos históricos por el socialismo y el comunismo, con presencia regional y con alcance nacional. AMLO, sigue sobresaliendo, aun con toda esa oposición, sigue teniendo una alta aprobación.

 

En el escenario campea un escepticismo sobre lo que puede hacer AMLO; no perciben el gran momento y la extraordinaria coyuntura mundial que abrió la pandemia y la recesión para un cambio de régimen y para un cambio en el patrón de desarrollo,  condiciones para el retorno del Estado, porque con el tamaño de la crisis, “el Dios Mercado” no puede hacer absolutamente nada. El neoliberalismo perdió la magia del mercado por los excesos de los 36 años de los seis sexenios en México y su galopante desigualdad y el reguero de crisis financieras que fue arrojando a lo largo de estas décadas, mientras la elite y la oligarquía seguía amasando fortunas.

 

 AMLO sabe que no hay tiempo, que el margen de maniobra es reducido y por ello avanza por el filo de la navaja ni mucha derecha, ni mucha izquierda, porque en esta lucha de clases, el Presidente busca el punto de equilibrio con el manejo de la correlación de las fuerzas externas e internas, para colocar en el centro las tareas del tránsito hacia un nuevo régimen con las Reformas Constitucionales.

 

AMLO tiene claro el rumbo, porque México en el Siglo XXI es un país capitalista y su crecimiento está determinado por por dos factores fundamentales uno de estos factores, es el papel de los capitalistas privados en el crecimiento  y el otro factor el más importante es su relación Geopolítica con la principal potencia  economía mundial que es EE.UU., porque el dinamismo de la economía estadounidense se expresa en el Tec-mex, en sus inversiones, remesas, exportaciones e importaciones, que determinan la estabilidad económica de México que es una economía dependiente de Norteamérica; este hecho muestra históricamente a la economía mexicana con muchos altibajos en su comportamiento, una evolución cuya trayectoria son caídas del PIB y vuelta a subir; pocos periodos de larga estabilidad.

 

Un dato: México, en el inicio de la recesión económica mundial y de la pandemia, tuvo en el 2020 la mayor caída 18.9 por ciento anual en el PIB de las últimas ocho décadas, (1940),  en el producto interno bruto (PIB). Año en que la economía mexicana entro en su mayor recesión de los últimos 80 años con un impacto de afectación generalizada hacia toda la población, agudizando la desigualdad social y la pobreza; con la crisis de las empresas, el disparo del desempleo, más del 50 por ciento de la población ocupada se encontró en pobreza laboral, y sin ingresos para poder adquirir alimentos en el contexto agudo de la ola de contagios y decesos.

  

No hay ninguna duda. La tarea fundamental es transitar hacia un nuevo régimen en México y dejar atrás “al viejo régimen” que golpeo a este país relativamente atrasado inserto en la Globalización Económica Neoliberal Capitalista  y que lo gobernó una mafia corrupta compuesta por la elite política y la oligarquía que asumieron como botín la Presidencia simulando el estado de derecho y ahondando la pobreza y la desigualdad; y por ello hay que y avanzar hacia un régimen radicalmente diferente que sea producto de las grandes transformaciones anticapitalistas de la Cuarta Transformación (4T) que AMLO está llevando cabo de manera pacífica y democrática; y lo está realizando en un ambiente complejo por la pandemia y la recesión económica; y estas transformaciones serán igual de profundas como las tres transformaciones históricas: La Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana.

 

Las transformaciones de la 4T parten del reconocimiento de la evolución histórica de la sociedad mexicana a lo largo del Siglo XX, evolución hacia una moderna sociedad por el ascendente crecimiento demográfico, más población urbana, con educación, más trabajadores y más obreros y más campesinos que fueron dando cuerpo a una sociedad más compleja porque sus habitantes tienen mayores exigencias, de libertad, educación, salud, sociales, laborales, de derechos humanos; y crecientes demandas de participación social, política y de democracia; una sociedad combativa que buscó abrirse paso en una sociedad conservadora, cerrada sometida y dominada por el Estado Autoritario y su partido hegemónico  el PRI, a lo largo de varias décadas.

 

Esta evolución y transformación de la sociedad se fue expresando porque el cardenismo sentó las bases materiales de la moderna sociedad urbana y las clases medias hicieron presencia, las reformas propiciaron crecimiento y desarrollo, en el contexto de la ola “dorada” del capitalismo de la posguerra (1945-1970) y durante veinticinco años estas tendencias crearon el nuevo capitalismo mundial, “LOS MILAGROS ECONÓMICOS” que fueron el sustento material de la Revolución planetaria del 68 con sus 70 revueltas que se dieron en todo el mundo; en México se le llamó desarrollo estabilizador al “milagro mexicano”. Hubo progreso a lo largo de 25 años, el contraste, una sociedad estrecha conservadora que fue revelando la urgencia de un profundo cambio social porque la sociedad seguía siendo sometida por el Estado Autoritario.

 

La democracia en México es muy joven, con apenas 36 años buscando desplegarse a lo largo de los seis sexenios neoliberales que simularon estado de derecho. No hay duda de que la democracia y la libertad política para una joven democracia como la mexicana, está llena de fuertes tensiones, producto del largo periodo del Estado Autoritario; y por ello, no hay claro consenso entre democracia y libertad política; porque no es el mismo significado para para las grandes mayorías sociales y otra para las élites de gran poder económico y las clases medias acomodadas. La 4T, con AMLO ha generado un cambio substancial, AMLO, ha logrado establecer un vínculo reciproco “con el pueblo” y el Estado, las mayorías sociales nunca habían experimentado, tener un poder para plantear sus reivindicaciones. Este hecho asusta la cúpula empresarial y las clases medias, porque ven en el empoderamiento popular el potencial reclamo de equidad, ese despertar de las mayorías sociales, lo ven como amenazas a sus derechos de propiedad. Es claro el desencuentro con las mayorías sociales, de lo que las elites entienden por eficacia democrática; porque para estos, la eficacia democrática está en las limitaciones, de lo que puede hacer el Gobierno; y AMLO está haciendo más de lo que debería; y experimentan el alejamiento del Gobierno están desplazados de su acostumbrada cercanía y vínculos recíprocos con el poder; porque el Gobierno está gobernando con criterios sociales y políticos; y a ese Modo de Gobernar lo llaman populismo clientelar; porque no le perdonan a AMLO las élites económicas, que se haya atrevido a coartar la influencia de sus poderosos emporios en el quehacer legislativo y en la administración pública de la que tanto se beneficiaron, en perjuicio de miles de otros empresarios y del crecimiento económico y del empleo en el país, al que califican como un desastre. El desencuentro es total, de esa democracia de elites; y la democracia que las mayorías sociales de la que se están apropiando. Una diferencia de criterios sobre la democracia y la democracia eficaz; y porque la gran mayoría de los empresarios han perdido los privilegios y acuerdos de corrupción con que se han hecho los grandes negocios; y desde luego les asusta el combate a la corrupción estructural; las elites que conforman la oligarquía financiera y comercial se quejan del ambiente polarizado porque la democracia de la que habla AMLO es una cercanía entre Estado y ciudadanos, mayorías sociales; por ello decimos que la democracia en México es muy joven con apenas 36 años y su construcción sigue formalmente el modelo liberal, representativo y constitucional, pero en la práctica, los partidos políticos no han cumplido su papel como representantes de los ciudadanos; han privilegiado una democracia electorera,  en vez de libertad política, quedamos forzados a acatar las decisiones que toman ellos mismos y las autoridades. No ha habido mecanismos por los que podamos participar en las decisiones del poder ni, llegado el caso, para sancionar sus malas prácticas. No hay duda, las transformaciones de la 4T en curso reconocen que en la sociedad mexicana aun predomina la corrupción, la impunidad, la injusticia, y toda una nefasta realidad que ahondaron todos los Gobiernos neoliberales. La transición a la democracia ha sido posible, porque el 68 fue el detonante de la democracia  y sus procesos son recientes, y se ha sobrevalorado los avances democráticos, cuando solo se ha dado una cascada de reformas electorales desde 1946, 1963, 1973, 1977, 1986, 1989, 1993, 1994, 1996 y la de 2007; un largo trayecto reformista que ya abarca 66 largos años 1946-2012. Lo real es que vivimos una democratización por aproximación sucesiva y por goteo, que ha mantenido la simulación democrática, porque los múltiples y diversos cambios no afectaron el control fundamental de la Sucesión Presidencial, ahí está para la historia de los fraudes electorales y el manejo faccioso que las Instituciones Electorales y que actuaron por orden Presidencial. 

 

En el horizonte de la 4T se reconoce que este auge y ascenso de la sociedad moderna democrática ha mostrado una y otra vez que la democracia se autodestruye y es destruida. Las transiciones democráticas poseen aún todas las condiciones de ser reversibles. La democracia más perfecta de los tiempos modernos (1919-1933) la República de Weimar, se autodestruyó haciendo brotar de sus entrañas al monstruo de Hitler implantando el fascismo y desencadenando la segunda guerra mundial; y lo mismo representó el ascenso de Mussolini en 1922 con la marcha sobre Roma avanzando sobre la destrucción de la democracia italiana. El ataque de las huestes de Trump al Capitolio patentiza, una vez más esta realidad.

 

Las reformas de la 4T reconocen el complejo entorno histórico por la diversidad de los factores en juego del escenario mundial; particularmente el retorno de la Geopolítica Hegemónica de la principal potencia y la primera economía mundial encabezada por el nuevo presidente Joe Biden. Un contexto en que el Presidente Andrés Manuel López Obrador está conduciendo el cambio de Régimen en México; y porque todos los experimentos que se dieron a escala mundial han fracasado en su intento por cambiar de régimen.

 

El primer intento de cambio de régimen de un país atrasado hacia el comunismo se dio en Rusia, con la revolución bolchevique de 1917. Este hecho significó que prácticamente todo el Siglo XX (1917-1990) fue el Siglo del Régimen Comunista que enarbolo esencial y fundamentalmente Joseph Stalin (1879-1953) y que Gobernó con su totalitarismo, sus campos de concentración para aniquilar cualquier libertad y disidencia política en la URSS y lo hizo con el monopolio del poder y del monopolio de las fuerzas productivas. Stalin impuso su hegemonía y su modelo de Régimen, como paradigma a todos los partidos comunistas del planeta y permeo a los diversos actores sociales, como las llamadas izquierdas con la subcultura del dogmatismo, un marxismo de esquemas de manual y la intolerancia perversa, que veía en toda diferencia de pensamiento a espías imperialistas hecho que desato multitud de luchas internas entre comunistas, chinos, troskistas, anarquistas, cubanos postulando la lucha armada; y todos revelando la pobreza teórica en las llamadas izquierdas. 

 

Fue hasta fines del Siglo XX  del año 1990 cuando se hizo patente el fin de la Utopía Comunista con el rotundo fracaso y desaparición de la URSS.

 

De los escombros de la URSS a fines del Siglo XX, emergió la nueva realidad política que ha permeado a todo el mundo: la DISTOPÍA. No hay Utopía socialista o comunista, hay una crisis mundial de utopías. Lo que predomina es la realidad voraz del salvaje capitalismo globalizador neoliberal; y a su lado, el espectro político e ideológico diverso y múltiple de las izquierdas, de los anticapitalistas, de los socialdemócratas y de los anarquismos, navegando en una interminable crisis de identidad política y con una presencia mínima mayormente simbólica de un pasado histórico.

 

Muchos han sido los intentos políticos que pretenden un retorno a los fundamentalismos de todo tipo y color. No han prosperado.

 

En esta realidad DISTOPICA de fines del siglo XX y principios del siglo XXI navegan las izquierdas que buscan sacudirse su herencia estalinista y buscan dar fundamento a su pensamiento, al autodesignarse, demócratas, liberales, reformistas, ecologistas buscando ser, diferentes a los  anticapitalistas, y deslindándose del nefasto AMLO, como estos lo caracterizan. Calificaciones de todo tipo arrojadas al costal del populismo donde hay lugar para cualquier caracterización.

 

En México en el presente Siglo XXI (2018-2024) se abre paso el sexenio de AMLO que busca crear un nuevo régimen que se asume de izquierda blandiendo la bandera de la 4T y que se expresa como un discurso polisémico e irreductible, porque puede representar todo y nada. Y el Proyecto político de AMLO y la 4T  está encuadrado en la realidad  DISTOPICA; y por eso el Proyecto de AMLO puede ser nominado como progresista radical, como de centro izquierda, como un populista nacionalista de derecha, como un conservador estatista, como un nacionalista revolucionario y puede ser caracterizado como se quiera, y arrojarlo al costal populista donde todo cabe; porque se está desarrollando en el contexto histórico de la DISTOPÍA.

 

Frente a la Historia Contemporánea saltan a la vista los resultados de las revoluciones realmente existentes, haciendo evidente que “La teoría revolucionaria” que se generó hacia fines del Siglo XIX y principios del S.XX, fue pensada esencialmente para los países desarrollados por los clásicos: Karl Marx, Federico Engels, Rosa Luxemburgo, Lenin y Trotsky entre otros muchos; y no para los países atrasados que habían sido colonizados en Asia, África y America Latina.

 

Karl Marx, Federico Engels  establecieron las condiciones para que se pudiera hacer la “Revolución” en esos países desarrollados: Que el país tuviera una fuerte clase obrera (millones de obreros). Que la clase obrera tuviera gran capacidad para desarrollar una sólida conciencia revolucionaria. Que la clase obrera tuviera una gran capacidad organizativa para hacer la Revolución; y que esos países de alto desarrollo, garantizarían que la revolución podía asegurar que el Socialismo fuera “a cada quien según sus necesidades”; porque no se trata solo de la redistribución de la pobreza generalizada. Y tampoco de hacer la Revolución para “iniciar” la acumulación primera del capital (para el “arranque”). Porque lo que se pretendía  era “hacer un desarrollo propiamente humano”, sobre las bases del avance ya logrado por el capitalismo; y porque no bastaba con “abolir la miseria”; porque lo central era hacer creativa la abundancia, la que debería continuar adelante en beneficio de toda la sociedad. LA PROFECÍA de los clásicos del marxismo NO se cumplió. 

 

A la luz de la Historia Contemporánea los resultados de las revoluciones realmente existentes salta a la vista; y el Gobierno de Izquierda de AMLO, no puede ser más que la encarnación de un futuro imperfecto; porque el Gobierno de AMLO es un Gobierno de excepción histórica frente al panorama internacional del fracaso de casi todas las grandes transformaciones y/o Revoluciones que se intentaron en países atrasados de sociedades agrarias; y que enfrentaron enormes dificultades para su desarrollo y crecimiento; todos esos países en Asía, África, y América Latina que buscaron construir un proyecto socialista, de centroizquierda, o simplemente progresista han fracasado aun teniendo el monopolio del poder y el monopolio de las fuerzas productivas; sin solución económica a sus pueblos; y el resultado de estos gobiernos es que solo hacen gala del monopolio del poder expresándose como, sátrapas, dictadores, demagogos, déspotas, tiranos, autoritarios, autócratas, totalitarios  como fue el caso de la URSS que concluyo en un rotundo fracaso, hasta su total desaparición; y hoy el país de V.I. Lenin es el paraíso de las mafias con un gobernante autoritario. Los otros casos en el siglo XX son: Laos, Vietnam, Camboya, Cuba, Nicaragua, Venezuela, entre otros.

 

China es la paradoja histórica porque tiene el monopolio del poder político y tiene el monopolio de las fuerzas productivas; y es sin duda el caso sorprendente; porque se levantó desde una sociedad agraria atrasada y realizó la larga marcha del pueblo chino hacia el socialismo; y lo increíble, es que ha transitado de ese socialismo pobre hacia el capitalismo más salvaje y feroz, abriéndose hacia el modelo neoliberal de las grandes empresas trasnacionales las que aprovecharon la abundante mano de obra súper barata y se ha constituido como la segunda gran economía capitalista mundial guiada por un Régimen Comunista Autoritario que ha suprimido la libertad y la democracia y ha polarizado la desigualdad social, creando a una elite multimillonaria y ha sacado de la pobreza a 40 millones de chinos; en la actualidad China está en la disputa de la Cuarta Revolución Tecnológica. Y hoy en China crece minuto a minuto un malestar entre los millones de obreros y campesinos, el 2019 cerró con 3 millones de conflictos.  Lo sorprendente es que fue 1979 de la mano de Henry Kissinger que Chau Enlai hizo posible el paso a las reformas Neoliberales que hicieron la actual modernización capitalista de China.

 

La Historia Contemporánea muestra que en el camino hacia un Nuevo Régimen, muchos países que se asumieron tener un proyecto y pretendieron crear un nuevo modelo de crecimiento y desarrollo diferente teniendo el monopolio del poder y el monopolio de las fuerzas productivas, fracasaron; y en su intento quedaron ATRAPADOS Y SIN SALIDA; por múltiples razones no pudieron dar el salto hacia un crecimiento y desarrollo; y la mayoría de estos intentos se frustraron y solo expresan deformaciones, distorsiones, llenos de errores, contradicciones, improvisaciones, y solo han logrado concentrar el poder absoluto para imponer su proyecto, sometiendo, subordinando, e instalando un totalitarismo, un autoritarismo, una imposición que anulo la democracia; instalando a un dictador que siguió la gastada tradición de acusar a sus enemigos de colaborar con una potencia extranjera y hoy giran en la órbita de la Geopolítica Hegemónica Norteamericana.

 

En México estamos transitando hoy hacia un Nuevo Régimen Político. AMLO expreso desde el primer momento que asumió la Presidencia que es el Poder Político y no el Poder Económico el que marcará el rumbo del país y actualmente está sentando las bases, con el Nuevo Orden Jurídico en donde los tres poderes, el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial armonicen sus decisiones y objetivos con la 4T para la construcción del monopolio del poder y del monopolio de las fuerzas productivas prefigurando lo que puede ser un nuevo Modelo Económico asentado en un cambio del patrón de desarrollo que sea garante y perdurable de crecimiento y desarrollo en sus ejes, ramas y sectores productivos: servicios, agricultura e industria  radicalmente diferente al neoliberal que tuvo vigencia a lo largo 36 años durante seis sexenios; y por ello la batalla es tener el Congreso, Senado y Diputados con mayoría calificada para realizar las reformas constitucionales; que den luz verde al monopolio de las fuerzas productivas, hidrocarburo y electricidad, entre otras.

 

AMLO ha expresado claramente que el objetivo es tener una mayoría califica en el Congreso para realizar las Reformas Constitucionales que den certeza a la soberanía energética como palanca de crecimiento y desarrollo económico al país, no solo para su sexenio, que las reformas sean perdurables y den sustentabilidad a un Estado de Bienestar, que no sea pasajero, y que su consistencia se materialice en las ramas, los sectores económicos, agricultura, industria, servicios, generando empleo en localidades, zonas, regiones, municipios y estados. AMLO tiene claro, que alcanzar este objetivo con mayoría calificada en el Congreso, se está realizando en esta DEMOCRACIA IMPERFECTA, cuyos actores están banalizando el proceso electoral, las campañas, y en lugar de un discurso político coherente, discurren con un discurso de odio, con lenguaje estereotipado, sarcasmos y burlas; y se llega, hasta presentarse en un ataúd, buscando atraer la atención, una farsa; y todo este panorama lo apuntalan todos los partidos, en un contexto de ascendente violencia desde que arrancaron las campañas; de septiembre de 2019, y hasta abril de 2021, se registraron 169 incidentes de violencia política; en estos atentados, ha habido 210 víctimas de las cuales 143 fueron mortales.  La mayoría de los ataques ocurrió en municipios con menos de 100 mil habitantes, alejados de los centros urbanos y con poca presencia de elementos de seguridad; municipios en donde el crimen organizado se hace presente con su violencia. En esta DEMOCRACIA ELECTORERA, que se maneja bajo el principio de que el fin justifica los medios, y que ha ignorado a las grandes mayorías sociales, tratados como ciudadanos de segunda, provocando la venta del voto, arrojando migajas a los Ciudadanos Invisibilizados.

 

En este contexto de las elecciones de la Intermedia 2021 habrá una enorme participación electoral concurrirá más del 50 por ciento del padrón y MORENA sigue en el primer lugar de las preferencias electorales; y en el desenlace electoral, la señal es clara, todo indica que repite el 2018, NO gana la mayoría calificada, pero, si la obtiene posteriormente en negociaciones individualizadas, como lo hizo en el 2018. 

 

AMLO tiene claro que el tiempo y margen de maniobra es reducido;  y sabe que el capitalismo en México está integrado fundamentalmente por la presencia del capitalismo norteamericano, y los capitalistas mexicanos  y por ello el transito hacia un nuevo régimen ha polarizado a la sociedad, porque las contradicciones externas e internas están ensambladas y por ello hay una estela de conflictos en el Tec-Mex y con las Reformas Constitucionales en curso, electricidad y energía, petróleo, gas y otras, que vienen desatando contradicciones, de los capitalistas privados, nacionales y extranjeros, conflictos que pueden escalar hasta trazar escenarios acotados por las decisiones estratégicas de Washington bajo la amenaza de las presiones diplomáticas: cierre de frontera para importaciones y exportaciones, operaciones económicas para provocar devaluaciones monetarias haciendo caer el valor del peso mexicano, amenaza de deportaciones masivas y presiones de fuga de capitales de las empresas e inversionistas extranjeros; por ello, la injerencia golpista no está alejada y precisamente por estos potenciales escenario, asistimos a una fuerte resistencia de los empresarios con una visión catastrófica anunciando un desastre nacional, que suponen se producirá, porque hay acuerdos comerciales con Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea; y México se enfrentará a múltiples amparos y obstáculos legales. Su miopía no les permite visualizar que México irá a todos los paneles para desahogar las controversias, e incluso, negociar el monto de lo invertido, aun y cuando la deuda de México es muy abultada; pero, no hay duda que se incrementaran las tensiones; y por ello hay un debate nacional que nos involucra a todas las mexicanas y todos los mexicanos; porque, en el centro está la Soberanía de México y el cambio de Régimen y ello implica y presupone la realización de una LECTURA de los Regimenes por los que México atravesó; y por el que está atravesando. AMLO no está solo, está todo el pueblo de México.

 

La memoria histórica está presente. AMLO sabe que México ha sido considerado una país de leyes, como lo documento Octavio Paz: un país de leyes que no se aplican; y ahí está ese montón de leyes “durmiendo el sueño de los justos”.

 

 AMLO tiene claro, que hay que pasar de la teoría a la práctica y por eso está construyendo el monopolio del poder, para aterrizar la 4T. Las Reformas Constitucionales, sin duda, son fundamentales; pero las exigencias son mayores, aterrizar las Reformas Constitucionales, abre los escenarios de la resistencia del capital, contratos, inversionistas, estatismo, privatización nacionalización, pagos multimillonarios, negociaciones y fuertes presiones en puerta.

 

Hagamos la lectura de los Regimenes por los que México atravesó.  El régimen Porfirista y el régimen que broto con la Revolución Mexicana y las perspectivas del nuevo RÉGIMEN que el Presidente Andrés Manuel López Obrador encabeza.