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lunes, 30 de enero de 2023

SOBRE ZARATUSTRA

 

Zaratustra y los discursos de la virtud.

 

Bien, en la tradición filosófica, es sabido que Nietzsche es partidario de un modo de filosofar, digamos, individualista, lo cual, en buen español, significa que Nietzsche, a pesar de sus penetrantes ensayos sobre la Grecia Clásica, era una persona que tenía alma de Poeta; lo cual no lo descarta en el terreno filosófico pero sí presupone que su filosofía parte de una óptica propia, como las poéticas de los grandes poetas como su amigo Hölderlin que vivió los últimos treinta años de su vida en aislamiento ayudando solamente a un carpintero y ya había abandonado la labor poética para ese entonces. Otro caso es su amigo el músico Wagner, (de hecho en sus primeros estudios los tres eran amigos) luego Nietzsche rompió amistad con ellos por razones de discrepancia intelectual. (Yo sospecho que desde esos tiempos de su formación los tres eran muy intensos y muy graves, o medio tocadiscos).

En este capítulo de los discursos de la virtud, así como casi empezando el libro “Así habló Zaratustra”, queda bien claro, como se menciona en una parte de mi edición en el prólogo, que Zaratustra es un anti-Jesús o, como yo alcanzo a vislumbrar, se opone al Cristianismo por razones de la propia Alemania, ya que la Reforma de Lutero empezó ahí. Entonces, sí existe una tradición de los pensadores alemanes de discrepar o de cuestionar al Cristianismo. En este caso, Zaratustra comienza su bajada de las montañas boscosas y llega a los pueblos. Se pone a escuchar a un sabio que habla de las virtudes y, en especial hace referencia a la calidad del sueño tranquilo y pacífico que logra todo aquél que durante el día alimentó sus virtudes. Esto es, en síntesis, lo que dice el sabio. Zaratustra se burla de él aunque no entra en conflicto con nadie y habla para su corazón diciéndose: “Éste sabio sólo logra hacer dormir al que lo escucha”. En este caso Zaratustra no envía ningún mensaje a nadie, pero es de creerse que los critica porque los ve dormidos y no despiertos, de hecho Hölderlin, amigo de Nietzsche, tiene una famosa frase que dice: “¡Poetas despierten a los aletargados!” Es decir, entre estos tres (el músico, el filósofo y el poeta) existen correspondencias en sus pensamientos. Por mi parte creo que la aportación de los tres es enorme, pero es evidente que su época no estaba preparada para recibir sus aportaciones. Quizá en ese sentido el más afortunado fue Wagner.

MARCOS GARCÍA CABALLERO.

 

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