“¿Me daba cuenta?,
preguntó retóricamente señalando a lo bajo y a lo lejos, un país de más de cien
millones de habitantes que no puede darle trabajo, comida o educación a la
mitad de la población, un país que no sabe emplear a los millones de obreros que
necesita para construir carreteras, presas, escuelas, viviendas, hospitales,
para preservar los bosques, enriquecer los campos, levantar las fábricas, un
país donde el hambre, la ignorancia y el desempleo conducen al crimen y una
criminalidad que lo invade todo, el policía es criminal, el orden se
desintegra, Josué, el político es corrupto, hace agua la trajinera, vivimos en
un Xochimilco sin María Candelaria o Lorenzo Rafael o puerquitos que nos
salven: los canales se llenan de basura, los ahogó la mugre, el abandono, las
espinas, el cadáver del puerquito, los huesos de pollo, los restos de las
flores…”
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miércoles, 18 de junio de 2025
LA VOLUNTAD Y LA FORTUNA:
POESÍAS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS
Qué partida de
ineptos debemos de
Ser los poetas
para que ahora
Los jóvenes
prefieran el box a la poesía.
La poesía era para
la musa decía yo.
La poesía
empezamos a pensarla junto a las
Mujeres mientras
los idiotas se peleaban.
Las musas nos
enseñaron a reír.
La poesía debe ser
el sustituto de la religión
Dijo uno otro
poeta muy laureado.
Pero por muy bruto
que yo sea tampoco mis manos desean
Golpear a algún
muchacho más joven que yo, por quién sabe qué
Malas razones de
orígenes infames.
La poesía es
quizá, lo único que hacemos las gentes
Que no tiene nada
de vileza; es más cabrón solidarizarse
Con la soledad del
que me encuentro en el supermercado,
Que acaso pensar
en que deseo pegarle como a un desgraciado.
Qué partida de
ineptos, caray, los poetas actuales,
Pero mejor
volvamos al problema de la pluma.
Por eso ‘problematizamos’
las poesías y siempre nos
Gustaron los
problemas filosóficos.
Ahora que no somos
tan jóvenes, lo recordamos
Con orgullo y una
pizca de risa.
lunes, 12 de mayo de 2025
POEMA DE AMOR. POR MARCOS GARCÍA CABALLERO
Sobre la mesa de centro de mi departamento
Hay dos vasos con vino rojo, una botella de Cabernet
un disco de John Lee Hooker y otro de Fleetwood Mac.
También obras de Russell, entre ellas, Por qué no soy cristiano,
Un libro de Guillermo Cabrera Infante, una tasa,
unos cigarros delicados y un cenicero.
Es sábado por la tarde, una tarde cualquiera del año 2016
En el sofocante verano de Aguascalientes.
Espero a mi novia, esperando que ella también,
se deshaga de una vez de
los abogados de su exmarido, que no quieren soltarle ni
un centavo.
Por fin suena mi teléfono, viene en coche para acá;
al llegar se alegra del vino y se queja del sistema de
justicia en cuanto a divorcios se refiere: “¡Puedes
entender
al hijo de la chingada! ¡No
Quiere pagar pensión alimenticia de nuestras hijas!
¡Puta Madre! ¡Marcos, si no te tuviera a ti no sabría qué
hacer!”
Y me besa.
Le cuento que por fin editorial Planeta accedió a revisar
mi novela.
¿Por qué no me haces un poema de amor? Me pregunta.
Lo siento Renatita chula, —le digo— los poemas de amor se
han ido
para siempre.
“¿Pero me quieres verdad?” Me río y le digo que sigamos
bebiendo.
Tengo hasta para otra botella y John Lee Hooker canta
mejor desde
Ultratumba que cuando vivía.
Nos estamos besando como desesperados,
ella me desabrocha la bragueta y yo me paro y me bajo los
pantos,
quedándome en calzones, ella mete su mano y saca mi pene
erecto
que la saluda como en un día de Haloween en Francia,
pero celebrado en Hot Waters City o Aguas-ardientes.
Seguimos bebiendo, ella empieza a masturbarme y me
fascina
tanto que prolongo el éxtasis lo más posible.
Afuera el viento comienza a anunciar la noche y los
del sistema de justicia y los de editorial Planeta se nos
quedan viendo mientras
seguimos bebiendo, seguro, pero no entienden nada.