Hace tiempo que una nieve de cristal
se suicidó en tus ojos,
y que los lobos recorren las cadencias de tu sangre.
Y todo por aquella mirada del
felino bebiendo del río,
esa mirada que tú sentiste en el rostro,
cuando fuiste al centro de la selva y por
un azar emocionante te comprendiste en un instante,
y porque bajo alguna extraña consigna, de regreso
incendiaste definitivamente los
globos de tu infancia.
Te buscabas un porvenir,
una razón vital para tanta vuelta,
para tanto devaneo, escarceo.
Pero siempre llegaste al centro de ti misma,
removiendo la hojarasca de las dudas masculinas
y las contradicciones y lugares comunes de tu propia existencia.
Yo ahora te pregunto en estas mutuas resonancias,
por esa razón hidráulica
de tu silueta, por el pez del amor, por esas redes sociales y
esa memoria tuya sujetada en tus sandalias,
que me navega en los pensamientos
como si fuera un amigo que viene de aguas transparentes
y lleno de noticias.
Mientras yo mastico el discurrir
de una áspera tortura,
el tiempo que me arrastra con la nube a la altura de mi propia
circunstancia.
Y ahora estamos aquí:
a la intemperie de nosotros mismos,
de cara al tiempo, al ser, al pánico del futuro.
¿Qué es el ser sino una máscara hundida en la memoria,
en el tulipán, en la flauta, el escarabajo y lo sacro?
Estamos rascando los sepulcros de los dioses y los jaguares,
contemplando las palabras no dichas que se alejan
como los barcos en la distancia…
¡Mon Chéri! ¡Todo este amor!
¡Caray!
Que temo y las deseo estas
sensaciones hechas de lluvia,
estas caricias que son la lumbre sobre los lagos en reposo,
que son suaves en la custodia de tu pelo,
tus fragancias y tus murmullos
que llegan como un arco iris
hasta mi piel y hasta mi sombra, hasta el oleaje y la orquesta
de una sombra nada más, pero que aparte,
viene siendo la mía, mon chéri, lo que yo llamo mi propia advocación.
O como tú dirías con tu risa:
“algo que viene a ser como tu
infancia de escritor
pero sin un destino cifrado.”
1 comentario:
Este es un poema emocionante... siento que a mí me dice mon cheri! Lo leo siempre!
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