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Todos los textos son propiedad de sus autores, quienes tienen todos los derechos sobre ellos (¿o será al revés?) y han decidido libremente publicarlos aquí para la difusión pública sin fines de lucro. *Este proyecto está basado, en sus orígenes, en la idea de Dulce Chiang y Alicia Quiñones



lunes, 2 de octubre de 2017

SEGUNDO ANÁLISIS DEL ESPECIALISTA GARCÍA MOTA



LA RECONSTRUCCIÓN
PROYECTA UNA SALIDA HISTÓRICA
FRENTE AL DESASTRE

A DIEZ DÍAS DE LOS SISMOS Y FRENTE AL DESASTRE NACIONAL, NO HAY RECONSTRUCCIÓN, NO HAY NADA REAL HASTA AHORA. Solo hay mucha información, muchos censos parciales, mucha confusión, protocolos que no corresponden que hacen aflorar las contradicciones, ente lo que se afirma y lo que se improvisa. Muchos actores van por la libre. Hay un mar cifras que se contradicen. Nada  creíble, consistente y sustentable y sostenible como una política pública de programa y planeación de gran aliento en la Reconstrucción Nacional. El Gobierno está paralizado en materia de Reconstrucción; solo hay mucho movimiento del Ejecutivo de ir y venir, una presencia mediática, muchas convocatorias, muchos acuerdos, muchas promesas. Los Gobernadores de las entidades afectadas, toman medidas improvisadas, pasajeras. LA RECONSTRUCCIÓN NACIONAL REAL LLEVARÁ MÁS DE DIEZ AÑOS, POR EL TAMAÑO DEL DESASTRE NACIONAL. Qué país hay que Reconstruir hacia el futuro en las diversas entidades, regiones, zonas, localidades, considerando la condición sísmica de México y la diversidad de sus suelos. Como atender el cambio climático en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, en la Megalopolis de la CDMX y en todo el país, para dar consistencia y previsión de la Reconstrucción Nacional del país que la movilización de la sociedad y sus cientos de miles de voluntarios han venido mostrando y exigiendo. La construcción de consensos en las localidades indígenas, campesinas, en la diversidad de las zonas rurales y de las zonas urbanas, reconociendo la cultura y las tradiciones de las poblaciones afectadas y de la inmensa participación social, para que la Reconstrucción Nacional atienda el proyecto del pueblo de México movilizado y no sea un mandato autoritario sobre la sociedad mexicana. ¿Cómo?

La vida sigue. El invierno viene y los fuertes vientos golpearán sobre Juchitán y que muchos habitantes afectados materialmente duermen sobre el lodo. En Quintana Roo se expande una epidemia de conjuntivitis hemorragia, y ya van 15 mil 407 casos, el aumento de los casos es producto las condiciones climatológicas; como la pertinaz lluvia en Chiapas.

ENTRAMOS A LA RECONSTRUCCIÓN, que representa, un antes y un después  por el impacto de tres sismos, el primero, el de la noche del jueves 7 de septiembre 2017 de 8.1 de intensidad y el segundo, el de 7.1 de intensidad del martes 19 de septiembre de 2017 a las 1:14 PM; y el tercer sismo del sábado 23 de septiembre a las 7.53 de intensidad de 6.1 Un mismo año 2017, un mismo mes, septiembre; y su impacto se encuentra en las estructuras de inmuebles e infraestructura carretera, portuaria, aeroportuaria, hidráulica, eléctrica, sanitaria, hospitalaria, cadenas de distribución y estratégica en todo el país, y no se reduce a Chiapas, Oaxaca, Morelos, Puebla, Guerrero, Estado de México, Tlaxcala, Michoacán, Veracruz, la Megalopolis de la Ciudad de México CDMX, ni tampoco solo al Sureste del país, o al Centro del país, ni solo a los 50 millones de mexicanos en este espectro territorial, afecta a los más de cien millones de mexicanos porque  su impacto está en todo el país. Los mexicanos están atentos descubriendo la complejidad del desastre nacional, es imparable la conversación sobre este suceso y sus consecuencias, en el Metrobus, en el metro, en los transportes públicos, en las oficinas, los comercios, en la calle, con los vecinos, en el taxi, los poderes mediáticos siguen dando cuenta de este desastre, que ya impacto con grado diferente a todo el país. Las redes sociales son el eje de una información crítica, al margen de que ahí, circula tambien un montón de mentiras, lo real es que la red social, viene sacudiendo a todos los voluntarios y a la sociedad en general, alertando sobre todo lo que viene ocurriendo.

Evidentemente el impacto en la Megalopolis CDMX ha concentrado la atención, voluntarios y una masa de recursos solidarios; nada menor son las consecuencias en las regiones y las entidades afectadas; miles de damnificados y desplazados de sus casas; y para miles sus vidas están en ruinas porque el futuro inmediato para muchas de las personas desplazadas está lleno de incertidumbre, al encontrarse en un estado de transición frustrante y cansado.

EL TAMAÑO DEL RETO PARA EL PAÍS ES MÁS DE UNA DÉCADA; porque los sismos causaron daños graves en más de 153.000 inmuebles; de estos, por lo menos 24.000 fueron destruidos y 46.000 presentan daños que los vuelven inhabitables.

El reto va más allá de esta numeraria. Una población que se encuentra a la deriva, en Chiapas muchos duermen a la intemperie. En la Megalopolis  duermen en sillones de conocidos, en albergues algo improvisados y hasta dentro de sus autos, con ropa prestada o recién obtenida de centros de acopio y que, alejados forzosamente de sus cocinas y de sus pertenencias, recuerdan con cada comida fuera de su hogar la incertidumbre que enfrentan; y más de 5000 personas han sido atendidas en diversos hospitales y clínicas. Son miles de personas, de clase alta y de escasos recursos, de edificios en ciudades; y hacia el Sur y Sureste, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Veracruz en poblados donde abundaban las casas de adobe, en innumerables zonas rurales. En las zonas urbanas incluyen a quienes habitaban en inmuebles colapsados por el movimiento telúrico, pero también a aquellos cuyos hogares han sido calificados como inhabitables o con daños estructurales y que, aunque siguen en pie, podrían ser demolidos o cuya reconstrucción tardará mucho tiempo, y otros incluso han tenido que desalojar sus casas porque edificios circundantes están en riesgo de colapsar.

El desastre nacional representa una COYUNTURA HISTÓRICA para dar paso a profundos cambios en la sociedad mexicana, para una verdadera RECONSTRUCCIÓN NACIONAL, y no una simulación de reconstrucción. No se puede minimizar que por todo el espacio del desastre siguen creciendo condiciones para el retorno del SUJETO SOCIAL, con signos de que se puede generar UN MOVIMIENTO DE MASAS, dando paso, a otro ciclo de la lucha social, porque las señales van hacia una radicalización. En un contexto en que la sociedad trae la carga de múltiples agravios y la ola de miles y miles de voluntarios tienen desconfianza del Gobierno y toda la clase política y de toda la partidocracia; saben que los políticos y sus partidos, no han tenido presencia para atender este desastre y no tienen credibilidad ninguno de los aspirantes a la presidencia.  

¿CUÁL ES LA SALIDA HISTÓRICA DE ESTE MOVIMIENTO SOCIAL Y SUS CIENTOS DE MILES DE VOLUNTARIOS, QUE ESTÁ EN TODAS LAS ENTIDADES CON DIFERENTES GRADOS DE PARTICIPACIÓN SOCIAL?

LA SALIDA ES POLÍTICA. No debe haber duda, la única salida es DEMOCRATICA; y no una simulación democrática, electorera, avanzar en una profunda crítica a todo el statu quo, este orden social gobernado por la clase política y la partidocracia. De un desastre como el presente NO sale una revolución, un pueblo herido, lastimado, con mucho dolor y gritando por todos los poros sociales AYUDA, porque sus vidas están a la intemperie.

El momento histórico es complejo y explosivo, porque no hay claridad, hay mucha confusión, mucha desinformación, y porque los protocolos del gobierno se hicieron añicos ante los hechos y la presión social de miles de voluntarios que focalizaron como primer objetivo evitar muertes y atender la urgencia de alimentos, está presión social está ahí. Todo esto en un contexto en crece el oportunismo político y porque las urgencias son exponenciales, y aumenta la desesperación, el mal humor, el coraje, un malestar que trae acumulado un mar de agravios, y por la famosa Revisión del TLCAN, en la que va el destino del crecimiento y desarrollo de México y el proceso en marcha de las Elecciones Federales del 2018, mostrando por todos los poros el rostro del retorno del Sujeto Social. Mucha desconfianza hacia el Gobierno y a toda la partidocracia, crece el sospechosísimo hacia señores de civil que tienen toda la pinta de personal de inteligencia que vagan por diversos centros de acopio y la ola de corrupción que se registra en una multitud de puntos, transportes de traílles detenidos con ayuda, son parados y desviados; un grupo de voluntarios católicos que salieron de la Ciudad de México a bordo de tres camionetas pick up con ayuda para Juchitán y Tehuantepec, Oaxaca, fueron interceptados en la carretera por hombres armados que además de balearlos y robarles la carga, violaron a una joven, les quitaron sus celulares y 40 mil pesos que llevaban para hacer otras compras allá. Se reportan más hechos como este, en Ixtapalapa Fueron asaltados trabajadores de la empresa Rama Supervisión y Construcción, que apoyaban en la reparación de la red de distribución de agua potable, ante la escasez en el suroriente de Ciudad de México un grupo armado que los sometió a punta de pistola los golpearon subieron a una camioneta del Sistema de Aguas, para amarrarlos de pies y manos, y se llevaron una retroexcavadora más dos vehículos con la maquinaria que usaban para la reparación.

Los hurtos en la madrugada de muchos centros de acopio por bandas.  Y en la UNAM surge un conflicto extraño: “No vamos a dejar que tomen el Centro de Acopio como el Auditorio Justo Sierra, ¡esto no es el Che!”, gritó ayer una de las voluntarias que ha estado desde el martes en el Estadio Olímpico Universitario, que la UNAM dispuso para recibir víveres; y crece una gama de actores simuladores queriendo tomar el control de centros de acopio, como la acción de unos que fueron considerado porros en la UNAM; y por esa razón los jóvenes encargados de ese Centro de Acopio, lo han cerrado y entregado toda la documentación, porque no desean ninguna confrontación con esos estudiantes. Sin duda, esto desprestigia a la Universidad y queda mal la prudencia del Rector, al dejar que los vándalos hagan de lo suyo. Definitivamente esto no desprestigia a los cientos de miles de universitarios voluntarios. No se puede minimizar este hecho, como no fue minimizado el Colegio de Rébsamen un desastre por donde se quiera ver.  

Hay muchas iniciativas, y no ha disminuido la participación de los voluntarios, por el contrario, sigue aumentando y están entrando los estudiantes, en la Facultad de Ciencias de la UNAM, una asamblea abarrotada con más de 2 mil asistentes articula una coordinación con una serie de comisiones y salen brigadas hacia diversas entidades en caminos de la UNAM, llevando cajas de alimentos y otros productos; la Facultad de Economía, llama a una asamblea urgente para incorporarse a los procesos de distribución y atención de urgencias, en el Poli, hay amplias discusiones y en otras universidades, como la Ibero, que están generando participación estudiantil. La partidocracia y el Poder se frotan las manos porque van a la disputa del “Botín” de esa inmensa ola de la participación social.

Frente a este movimiento social de miles y miles de voluntarios, y de participación de los pueblos de Chiapas, Oaxaca, y como lo vienen presentando muchas otras entidades. Las ilusiones revolucionarias caen por su propio peso, el 68, lo demostró, no es posible sacar de un movimiento espontaneo de clases medias, una organización, de un día, para otro; en el 85, el movimiento social generó una multitud de organización que liderearón los apoyos del gobierno, dando paso al clientelismo político. Este movimiento Sep19. /17 tiene muchas perspectivas aún puede hacer todavía mucho y muchas cosas con su gran capacidad de creatividad, de iniciativas y de ofensiva en la acción; ya lo mostró con el trabajo en las redes para hacer lo que parecía imposible: terminar con que el Estado mantenga a los partidos políticos. Todos los partidos están de acuerdo en que se acabaron los tiempos de vivir del presupuesto público. Todos se pronuncian por cero recursos públicos a ellos; este movimiento social de voluntarios está blindado para no ser botín de la partidocracia; pues viene desarrollando su capacidad crítica al presente que nos rodea.

LA RECONSTRUCCIÓN DE ACUERDOS Y PAPEL, está en manos del Gobierno, de un Presidente que ya está de salida, y no podrá limpiar todo el tiradero nacional del desastre; y menos de una Reconstrucción que sea fast track; y ni así. Por ello el presidente convocó a que se sumarán destacados representantes de la oligarquía financiera y comercial: Santander, Scotiabank, Banorte y HSBC, PepsiCo, Lala, Nestlé, The Home Depot, Walmart, Kia Motors, Iberdrola. Claro encabezados por “Fuerza México” que integra a los grupos empresariales y un amplio conglomerado de  desarrolladores. Reconociendo que México cuenta con la calidad de investigadores, operadores, especialista y por ello se debe incorporar a: la ASF, el Cenapred, el Sismológico Nacional, los institutos de Ingeniería y Geofísica de la UNAM o el Cinvestav del IPN; y el generoso apoyo de la sociedad y de los miles de voluntarios; múltiples respuestas:  como los proyectos para alojamientos temporales como el sitio web Mi casa es tu casa, para poner en contacto a quienes buscan y ofrecen casa; Muebletón México, para juntar muebles donados en buen estado que puedan utilizar las personas damnificadas ya que encuentren un nuevo hogar, y Arriba México, un sitio web que promueve alojamientos simbólicos para recaudar fondos para la reconstrucción. Los montos donados serán dedicados a crear refugios temporales y a costear la reconstrucción de varios sitios. NO HAY DUDA, ES EL ESTADO EL QUE ESTÁ OBLIGADO A ENCABEZAR LA RECONSTRUCCIÓN CON LA CONSTRUCCIÓN DE MÚLTIPLES CONSENSOS CON LA PARTICIPACIÓN DEL PUEBLO. La masa inmensa de dinero estimado, ahora solo es acuerdo y papel, saliva. Tardará mucho en bajar, por los protocolos, los formatos, los montos destinados, la administración transparente para no reproducir la pandemia del clientelismo político del plan y los proyectos articulando las cantidades requeridas y superar “el moche” por la vía de los costos de transacción, con las empresas desarrolladoras, las constructoras, etc.

Enorme la reacción humana, una ola de cientos de miles y miles de voluntarios, manto de solidaridad que cubrió a los damnificados, una fuerza moral extraordinaria, esta reacción no es patrimonio exclusivamente mexicano; es una reacción esencialmente humana, que se encuentra en todo el mundo a lo largo de la Historia de la humanidad.

La vida sigue; y para cientos  de miles la reiniciarán desde cero en las entidades afectadas, en donde hay miles de edificios dañados, miles de viviendas destruidas, miles de personas desplazadas de sus hogares y que necesitan con urgencia un lugar para vivir, lo que hace que la Reconstrucción debe de ser inminente, con la carga de 400 decesos, y aún siguen arrojando nuevas cifras; y los movilizados a nivel federal 90 mil servidores públicos desplazado hacia 300 municipios, evidentemente son insuficientes porque a diez días de los sismos cunde la desesperación, crece una ola de malestar entre los miles de afectados; no es tiempo de esperar y aún no están los dictámenes periciales de los edificios colapsados, a solo una semana, muchos de éstos fueron construidos bajo la sombra de la corrupción; corrupción que abarca al gobierno y al sector privado en varios niveles.

Con la Reconstrucción vamos ya hacia otro momento del desastre nacional. El costo de la reconstrucción ronda en 10 mil mdd; el monto corresponde al uno por ciento del PIB, incluye daños asegurados y no asegurados, pérdida de ingresos empresariales y recuperación de costos que no se compensan en un año, y el gobierno federal dispone de cinco fondos federales y estatales de dónde obtener recursos para iniciar la reconstrucción de viviendas, inmuebles e infraestructura dañada tras los sismos del 7 y 19 de septiembre, una cantidad inicial de 54 318 mil mdp; porque hay otras instancias y agencias que el gobierno puede activar. Y, desde luego los “centavos” a que ha renunciado toda la partidocracia, y el INE. El dinero, esa enorme masa de recursos financieros, está ahí, no ha bajado nada. Solo acuerdos, compromisos y promesas.

Una gran diferencia con el sismo del 85, porque en aquel sexenio el gobierno federal tardó en reaccionar frente a la tragedia, el Ejército acordonó los derrumbes, esencialmente para evitar saqueos, pero no para colaborar en los rescates y el país estaba quebrado económicamente; y este sexenio de EPN tiene los recursos; pero, la Reconstrucción no se reduce, a tal cantidad de inversión, o cemento, ladrillos, varillas, mano de obra, de ingenieros, y albañiles. Tampoco será suficiente aplicar esquemas como el del infonavit Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, con tarjetas para ir al cajero y sacar el dinero para comprar los insumos de construcción, sabiendo que ya consideran un tope idéntico para los millones de afectados y ellos tendrán que pagar mano de obra; es decir la autoconstrucción, como lo ha expresado ya la SEDATU señalado que el mejor camino para hacerle frente a los daños, en Oaxaca y Chiapas, es la “autoconstrucción asistida”. Dándose monederos electrónicos con un monto de alrededor de 80 mil pesos y se trabajará con proveedores de material de construcción. Resulta evidente que el tener acceso a cemento y a material no hace constructores. No basta construir, hay que hacerlo con estándares de calidad que tomen en cuenta la tierra, la zona, la región donde se pretende construir. No basta con que se otorgue un manual de capacitación o un curso exprés de cómo deben de ser los cimientos de una vivienda; porque las casas destruidas en Oaxaca, Morelos, Chiapas, la mayoría son viviendas autoconstruidas. La Comisión Nacional de Vivienda, estima que 58.3 por ciento de las viviendas del país son autoconstruidas. Aún no se llega a la asignación y ya hay un cumulo de problemas y no hay consenso de la ruta a seguir. No hay tiempo, el sexenio que sale, puede dejar la lana para operar, pero no limpiará el tiradero nacional; y el que llegue, tardará mucho tiempo en ponerse las pilas, para articular un consenso en la ruta de Reconstrucción Nacional.

DEMASIADO TIEMPO DE ESPERA, lo que ya se avecina es el Retorno del Sujeto Social, con una carga de agravios, del antes, del ahora, y del después que apunta hacia una radicalización, por urgentes necesidades que no son atendidas y sobre ese contexto surgirá una camada de líderes, mujeres y hombres que encabezarán las protestas, como ya se ve en el asunto del agua que sigue generando muchas protestas; en San Salvador Atenco diversas organizaciones sociales del estado de México se reúnen este sábado para definir estrategias de ayuda a los damnificados y de reconstrucción de los pueblos dañados, a mediano y largo plazos. El director del Comité de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero, Antonio Lara, indicó que no hay ninguna garantía de que esta labor pueda ser realizada por el gobierno o las empresas, por lo que las comunidades deben asumirla con sus propias manos, al mismo tiempo que siguen defendiendo los recursos naturales; es enorme la presión de las urgencias de la sociedad que ante una promesa de 3 mil pesos para afectados generó un caos para recibir su cheque que dispuso el Gobierno DCMX, y provoco, la llegada de representantes de afectados, el moderno clientelismo. LAS PROTESTAS CRECEN EN UNA ESTELA DE PUNTOS DEL DESASTRE NACIONAL; y la desconfianza posee un saber popular, la pandemia de la corrupción, la verdad popular está ahí, sobre los constructores, una gama de empresas convocadas, la población ya sabe que no hay una sola obra, ni una sola, en la que no se les pida “mordida” en diferentes etapas de la construcción, desde la obtención del permiso inicial hasta para lograr el pago por el trabajo realizado, sin contar todas las autorizaciones intermedias. El llamado diezmo, se ha incrementado en los últimos años, pues ya no se les pide el 10 por ciento del valor de la construcción, sino entre el 25 y el 30. El soborno puede ser a través de kickbacks, (múltiples variedades del soborno) en los que se exige el pago en efectivo entregado en maletas, en coches de lujo, en facturación falsa o en propiedades de la misma constructora, la imaginación no tiene límite; porque las constructoras asumen el costo de la corrupción, pero no lo absorban. En gran parte de los casos lo transfieren a los usuarios, a los que viven o trabajan en esos inmuebles, mediante el uso de materiales más baratos y de menor calidad. La pandemia de la corrupción ha entrada ya, Morelos Graco, el presidente Municipal de Pátzcuaro, entre cientos de casos reportados en la red social; un contexto propicia, el mercado secundario de los monederos electrónicos y repetir el 85, el clientelismo político, ampliado y modernizado frente al 2018. 

SIN DUDA AVANZAN VARIAS MODALIDADES PARA ATENDER LA URGENCIA DE LA RECONSTRUCCIÓN, como la del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, anunciando un plan de reconstrucción tras el sismo de 7.1 grados que sacudió el 19 de septiembre a la capital del país, dio a conocer las líneas generales del plan de reconstrucción para borrar lo más rápido posible las huellas de la devastación. Informó que se instalará la Plataforma de la Ciudad de México, en la que se concentrarán los datos de las personas y los inmuebles afectados y que hasta ahora ha dejado 192 víctimas mortales sólo en esta capital, se instalará la Plataforma de la Ciudad de México, en la que se concentrarán los datos de las personas y los inmuebles afectados, con estas acciones se atenderán 10 mil inmuebles dictaminados con la categoría verde, mil 300 con la categoría amarilla y 500 dictaminados con la categoría roja. Se activará el Fondo de Contingencias de la Ciudad de México, que cuenta con una bolsa de tres mil millones de pesos; y próximamente serán liberados los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), mismos que se integrarán a este plan de acción. Así mismo es posible que puedan presentarse diversas modalidades financieras para la reconstrucción para entidades como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Morelos y el Estado de México.

DINERO HAY Y HABRÁ RECONSTRUCCIÓN; pero, ese dinero está ahí, no baja. Lo que no hay es tiempo, en nueve meses, el proceso político que está ya en marcha para la disputa del 2018 definirá el desenlace y el horizonte de la Reconstrucción, de la recomposición social y política.

ESTAMOS ANTE UN ANTES Y UN DESPUÉS DE LA RECONSTRUCCIÓN. Entre aquellas certezas que han entrado en crisis y un panorama incierto, con mucha desconfianza hacia el Gobierno y el cinismo de toda la partidocracia y la complicidad del INE, que pretende asumirse como el ave que vuela sobre el desastre sin mancharse sus alas. Nadie es inmune a esta sinergia que el desastre desato.

En aquel 19 de septiembre de 1985, pavoroso desastre 20 mil muertos, 5 mil inmuebles colapsados. NO hubo presencia del Estado; tardó tres días en llegar y dejó a su suerte a la población civil; en este sismo  del 2017, el Estado llegó después de que cientos de miles de voluntarios encabezaron la iniciativa y el liderato en el rescate. Hoy 2017 el Estado llegó imponiendo el control y sus protocolos, con la Marina, el Ejercito, la policía federal; pero, el Estado ha tenido que reconocer la enorme presencia de los cientos de miles voluntarios y buscar la coordinación con la sociedad, con muchos roses, y pretensiones de hacer a un lado a los voluntarios y porque ha sido evidente que la cadena de mando y sus protocolos han generado no pocos conflictos.

Aquel Estado del 85  estuvo paralizado de miedo, la sociedad se volcó a encabezar todas las operaciones del rescate y atender todas las necesidades, sin experiencia para atender el enorme tamaño del desastre, menos organizada y a la distancia de 17 años del 68, mostró menos conciencia crítica hacia el Gobierno y lo que hizo el Gobierno, cuando salió de su espasmo, fue dar algunos pasos, con su maquinaria pesada, y algo más. De aquél 1985 quedo como un fuerte impacto en la memoria del imaginario social dio pasos para organizarse; la enorme y extraordinaria solidaridad, marcó a esa generación y esa inmensa movilización social generó un extenso movimiento de organizaciones, Asamblea de Barrios, Superbarrio, la Coordinadora Única de Damnificados (CUD) entre muchas otras que presionaron al Gobierno para que apoyara con recursos la Reconstrucción, abrió un proceso de clientelismo político; muchos de esos líderes se volvieron gobierno en la ciudad a través de nuevas estructuras clientelares. Aun así, el radicalismo de la movilización social preparó una salida política con Cuauhtémoc Cárdenas que se postuló para la presidencia, el fraude lo derrotó y más tarde triunfó para ser el primer gobernador de la CDMX claro no se entiende el arranque hacia la transición democrática en la CDMX (que aún no llega, porque sigue en su fase de simulación democrática y) en el país sin el terremoto del 85.

LA SALIDA HISTÓRICA FRENTE AL DESASTRE NACIONAL DE 1985, fue aquella extraordinaria movilización social nacional. y estudiantil (el movimiento del consejo estudiantil universitario, CEU, 1987, llenando la plaza del Zócalo con 100 mil participantes) que llevó a Cuauhtémoc Cárdenas a postularse como candidato a la presidencia y que el fraude, “la caída del sistema” impidió el arribo de Cárdenas a la presidencia. 

Hoy en el desastre nacional del 19 de septiembre 2017, ¿Cuál es la salida histórica, sabiendo que estamos,  en la renegociación del TLCAN, y a las puertas de la elección federal para la presidencia en el 2018?  Y con las condiciones del Retorno del Sujeto social. Sería una ingenuidad suponer que los actores políticos no están haciendo cálculos y manejando este escenario de desastre como “laboratorio político” para entrar preparados, con un nuevo lenguaje a la disputa del poder; porque definitivamente van por el botín político, los miles y miles de voluntarios.

Sabiendo que en este sismos 19/Sep./17., el Estado llegó después, cuando el brazo solidario de cientos de miles de voluntarios habían tomado las iniciativa y asumiendo el liderato para encabezar rescates, construir centros de acopio, coordinar a cientos de brigadas, crear una plataforma digital, en tiempo real, focalizando puntos críticos demandando todo, organizaron brigadas para obtener todo lo demandado y llevarlo a los distintos puntos en que se requería con urgencia, después llegó el Estado cargado sus llamados “Protocolos” a cargo de la Marina, el Ejercito, Prevención Social, política federal y policías locales, imponiendo el control, buscando, fallidamente, alejar a la presión de los miles y miles de voluntarios, que rebasaron ese control, una y otra vez.

La coyuntura histórica está abierta y pasa por el antes y el después del desastre nacional. Esta Historia de la Reconstrucción, apenas se inicia.

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