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Todos los textos son propiedad de sus autores, quienes tienen todos los derechos sobre ellos (¿o será al revés?) y han decidido libremente publicarlos aquí para la difusión pública sin fines de lucro. *Este proyecto está basado, en sus orígenes, en la idea de Dulce Chiang y Alicia Quiñones



domingo, 31 de agosto de 2008

Soneto de autodestrucción

Soneto de autodestrucción

visión nublada
en un piso que se movió,
coloque mis explosivos
en mi carne mortal
y en tu un ser inmortal,
es mi pecho de ti exclusivo
lleno de una carga letal,
lo que me hace ser menos
añorando viejos tiempos
cabizbajo veo mis pies
¿cuanto faltara?

El día esta helando
suicidame con chocolate,
dije por siempre pero mentí
dije que hoy pero tarde,
lo puedes estallar
solo ve mis ojos
llamas provocaras,
si vuelvo a tardar
si no vuelvo a llegar
o si te vuelvo a besar,

nada detiene mi marchar
consumiéndolo todo
arrojo despojos a mi paso
alejado estoy de aquí

si escucho tu voz no resistiré
soy tan fácil caeré,
en la cuerda floja
espero tu soplido para caer,
triste es mi rincón
necesito gotas de licor
a tu salud y a tu recuerdo
ya todo es tuyo

espera un tiempo
antes de jalar el telón,
abre la ventana para vomitar
las palabras de mi corazón,
y mi cara te mostré
un grito escuche
caíste al suelo
algo se rompió
y estirpe de tu boca
todo el odio a la vida
todo lo que quise lo tengo ya
llorado por lo que tengo
y no he podido tomar

el alcohol no sacia mi necesidad
era mi viejo yo
el que se apodero de mi
lastima que eras tu
la que estaba ahí

suspiramos lo mismo
en el mismo sentido
esperando ecos pasados
recuerdos a tu lado
explotado planetas
destruimos galaxias
y estallo un corazón
al final de una botella de licor
y mas me embriago tu amor

1 comentario:

Francisco Puente dijo...

¿Y sí sabes qué es un soneto de verdad?
(Dejo de lado que lo hayas querido intitular así, se me hace chido.)