"¡Cómo se ha vengado en la gente la ingenuidad de su fe en la Poesía y en el Poeta, su culto a la forma poética, su pasión por todas las ficciones que crea el ambiente de los poetas! El poeta de hoy debería ser un niño astuto, lúcido y cauto. Que se dedique a la poesía, pero que sea capaz en cada momento de darse cuenta de sus limitaciones, fealdades, estupideces y ridiculez; que sea poeta, pero un poeta dispuesto en cualquier momento a revisar la relación entre la poesía y la vida, la realidad. Siendo poeta, que no deje ni por un momento de ser hombre y que no subordine el hombre al ‘poeta’."
Wiltold Gombrowicz
Diario, 1953.
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