© ®

Todos los textos son propiedad de sus autores, quienes tienen todos los derechos sobre ellos (¿o será al revés?) y han decidido libremente publicarlos aquí para la difusión pública sin fines de lucro. *Este proyecto está basado, en sus orígenes, en la idea de Dulce Chiang y Alicia Quiñones



martes, 1 de noviembre de 2011

El Joven deja de serlo

Ahora ven a la basura del día,
examina estos pedazos de realidad: luz entre los cabellos,
el sudor y su brillo sobre qué, agua en la boca,
el ojo todo-teatro, la agrupación sumaria de tu cuerpo
inmóvil, entre el polvo, las hierbas, las calles
frecuentadas,
la amargura del alumbrado artifricial,
la húmeda prueba de que aún estás aquí, sobre esta cosa
deshecha y vuelta a construir con una "ciega
obstinación",
sobre este humo de ideas y estas f5ragmentaciones
de duda terrestre, de calor inexplicable, de terrores
nocturnos,

como si caminaras por el jardín con un ramo de flores
que se convierte en muñón pegajoso,
como si vieras en un segundo toda la mordedura que el
tiempo te tiene preparada,
como si en la basura vieras tus ojos disueltos en una
ardiente mezcla,
como si en un instante salieran de tu cuerpo todos los
nervios
y quedaras a la orilla del lago, indiferente al dolor y a la
alegría,
desvanecido por dentro y abandonado a la soledad neutra:
esta basura ha brillado largamente, toda la tarde ha
brillado
junto a tus manos, apagadas en el filo de esta opacidad,
mientras esperabas la desición para tocarla,
el día pasó como una mano más grande que tu frente obscurecida
y te estableciste en la noche sobre un terreno seguro, muriendo en cada gesto,
y ahora debes acercarte a ver el corazón de estas materias,
debes rodear con un brazo estas equívocas pertenencias,
meter la cara en estas desatadas colocaciones
y debes hacerlo con una articulada prudencia, con una
sonrisa de animal joven, con un desdén meticuloso.

POEMA CANÓNICO DE "VERSIÓN", POEMARIO DE DAVID HUERTA (1978).

No hay comentarios: