Soñé que tus labios eran de pan
y en un gesto hedonista
los tomé ligeros
y los remojé en la leche.
En el sueño estaban tú,
el silencio,
y mi muerte.
los tres tomaban vino
en copas largas hechas de barro.
pero mi taza era de cristal
y tus labios se asomaban
tristes
por sobre todo tu rostro,
esa máscara de porcelana,
pintada a mano
por la mano de un artista
diseñador de lo intangible,
cruel mago malhechor
amigo imposible de mi cordura।
1 comentario:
cada vez que lo leo me sigue encantando el título
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