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viernes, 2 de mayo de 2014

Tres formas de poetizar con Kant


            La Décima

            De filosofar con ganas
         y la prosa consolidar
         en el suyo peregrinar
         al viejo Kant sus agallas
         no fueron nunca sus fallas
         las que la historia lega
         cuando a sus libros se entrega
         el que en fugaz vicioso
         encuentra algo  de reposo
         para suavizar la brega.

            El Caló

Pinche güey mano, no mames, el otro día que venía hastal pito de chelas, oí  en el metro que un güey, que se llamaba Kant (qué nombre tan cagado) y que era  dizque que un pensador y su puta madre, y que si tú lo lees, que dizque se puede tirar la güeva bien chido, cómo la beisbol?


La prosa elegante

El ilustre filósofo nacido en Köninsberg, sostiene en todos sus libros una tenaz brega para encontrar el meollo de la razón; su imperativo categórico, fundamental para entender a la traza de todos los pensadores neokantianos como su ilustre prosecutor  Max Scheler.


Abril 2003

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