LA GRAN URUK QUEMA LOS
CUERPOS
Quisiera desaparecer
silenciosamente desaparecer
Dejar la vida dejar la tierra
Todo es abrumador
La gran Uruk quema los cuerpos
Las gargantas de los seres son
fuego
Me arden estas piernas y me
pesan
me arde la garganta
Mal se come se duerme se vive
aquí en Uruk
¿Qué trabajo y qué amor?
La paz y la contemplación no
son de Uruk
Tal vez está cerca un Incendio
devastador
O tal vez Uruk estará aquí
Dos mil cuatro mil Seis mil
años como un Infierno glorioso
Y nadie que me lea verá el
derrumbe de Uruk
Quisiera desaparecer
silenciosamente desaparecer
Dejar la vida dejar la tierra
Es abrumador todo
La gran Uruk quema los cuerpos
Las gargantas de los seres son
fuego
¿Quién vive en la Uruk
milenaria y sin gobierno?
Prostitutas ricos
esquizofrénicos sicarios enamorados narcisistas pobres enajenados
revolucionarios abandonados psicoanalistas y poetas
¿Y de qué pueden escribir los
poetas de Uruk?
En algún tiempo fueron guía
para el espíritu
La Ilíada durante siglos en el
canto de los aedos formó a los hombres
Augusto desde el norte de
Hispania suplicó y amenazó en cartas a Virgilio para que le diera noticias de
la Eneida
Ahora los poetas viven en su
isla
en una larguísima ausencia*
Y ahí están
bien porque no tienen mucho qué decir
Uruk fue un error y los poetas
se la pasan vomitando
Quisiera desaparecer
Apaciblemente desaparecer
Es abrumador todo
La gran Uruk quema los cuerpos
Dejar la tierra dejar la vida.
- - -
* En homenaje a Francisco
Hernández (poeta mexicano)
febrero
2013.
URUK ES EL MITO DEL HOMBRE
Uruk es el mito del hombre
El mito de una ya perdida
humanidad
Es un mito-tragedia
Nacen juntos el mito y la
tragedia
La tragedia sucede primero y el
mito es quién la canta
El mito la crea pero la
tragedia lo antecede
Sólo es posible decir Uruk
hasta el cansancio
La escritura no podría no
hablar de otra cosa
Desde hace incontables años
venimos cantando
Uruk amurallada por Tiranos
La Ilíada es ejemplo antiguo
del canto a la ciudad amurallada
La Eneida es memoria de la
decadencia esplendor Romano
Uruk sucumbió a la tragedia
humana luego se hizo mito
Desde hace incontables años venimos
cantando
Uruk amurallada por Tiranos.
febrero
2013.
PABLO VARGAS ÁNGELES
Nacido en
Naucalpan, Estado de México en 1974, Pablo Vargas Ángeles es poeta y
psicoanalista, formación de la que se ha servido para robustecer la creación de
oscuros personajes poéticos que describe con una exactitud reveladora. Su
ejercicio intelectual lo ha llevado hacia los insondables territorios que
vinculan al psicoanálisis con la creación poética. Fue productor y locutor del
programa de radio universitario de poesía “Esfera y malabares”, de la
universidad intercontinental, y su obra ha sido difundida en revistas
literarias y en antologías de poesía joven de México. Ha publicado
individualmente: "El humor del día" (Editorial Antinomia, México
1996), y en colaboración: "Espacios Materiales" (Angelito Editor,
México 2000). Y en 2002 fue antologado en el libro conmemorativo del “Cuarto
Maratón de Poesía” (Editado por el Ayuntamiento de Toluca y la casa de cultura
TunAstral, del Estado de México).
El espíritu narrativo y
antipoético de su obra, largamente trabajado bajo las generosas influencias de
poetas como: Nicanor Parra, Cesare Pavese, Jacques Prévert, Carlos Drummond de
Andrade, Leopoldo M. Panero, Fernando Pessoa y Vicente Aleixandre, entre otros,
hace de quien se asoma a sus páginas un lector-espectador de imágenes que
parecieran haberse redactado a 24 cuadros por segundo. Como en el cine, Pablo
Vargas oscurece nuestro entorno y proyecta su visión de otra vida que también
es propia; como en el cine, nos hace poner un ojo en la pantalla y otro en la
breve luz que indica la salida, sin que podamos distinguir cuál de ambas
realidades está más cerca de nosotros.
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