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miércoles, 9 de noviembre de 2016

VÍCTOR GARCÍA, UN DÍA DESPUÉS



ALGUIEN SE AHORCA
TIENE LA SOGA AL CUELLO


PRIMERA LECTURA:
Ha brotado de las urnas de la poderosa democracia norteamericana el nuevo mundo del Presidente Norteamericano, el monstro tan temido Donald Trump. El mundo está ya respirando y todo lo que parecía imposible ha ocurrido. El planeta está asimilando el terror de un panorama de incertidumbre en que se mueve el mundo cuyo pánico generalizado ha provocado el hundimiento de todos los mercados financieros y todas las señales configuran que el mundo con su presente fragilidad está a las puertas de una recesión mundial con escenarios contagiados por el fenómeno Trump.

El mundo está frente al hombre que ha cambiado la Historia mundial, no solo norteamericana, su presencia está retumbando en todos los escenarios, en los rincones más apartados, en las urbes, en todas las elites gobernantes. Ha roto con su llegada todas las barreras y los límites que sostenían a la Geopolítica hegemónica hasta ahora. El mundo está entrando en la nueva Era Trump, la Historia del nuevo mundo se está escribiendo desde la sociedad estadounidense.

El paisaje mundial muestra los escombros de las hasta ayer certezas que sostenían “la visión del porvenir”. Todas las herramientas, los instrumentos, las mediciones, las visiones de los medios, el eje de los analistas, se han derrumbado, y asistimos a la crisis de una percepción dominante. El mundo no es como creíamos que era, la visión de todos los medios es un charco de pedacería.

Trump, el hombre que se alza sobre los escombros de un sistema que sostenía a una oligarquía y a una elite, cuya clase política sostenía a este sistema que hoy, son puros escombros todas sus instituciones y que este líder ha escuchado a esa mayoría que odia y ha rechazado a ese sistema y a su elite política. Avanza dando pasos firmes sobre la crisis que azota al partido demócrata y a su propio partido, pero tiene todo el superpoder del Senado y la Cámara de representantes, las señales es que se impondrá a su propia maquinaria, a senadores y a los representantes de la cámara.

Hoy, un día después frente a los resultados. La Unión Americana se presenta con una cesta de paradojas, certezas, agudos contrastes y fuerte contradicciones en un universo dominado por la incertidumbre, en la política interna y en la política externa.

La poderosa democracia norteamericana ha arrojado de las urnas a una Nación dividida en donde los actores populistas tendrán presencia, mostrando que las realidades xenofóbicas, racistas, de supremacía, machismo, misógino, inescrupuloso y belicoso hoy el mundo enfrenta un panorama incierto y estas tendencias autoritarias, regresivas y fóbicas van a contagiar a los escenarios mundiales y la sociedad norteamericana emerge dividida y está cruzada por una profunda desigualdad mostrando un mapa de pobreza y en donde la clase media ha sido empobrecida. Se alza la supremacía blanca frente a una sociedad multicultural, multirracial. Esta Nación está dividida por la acentuada polarización social, en donde la oligarquía y la elite financiera siguen acumulando riqueza. Ahora la derecha muestra su cara más agresiva, violenta cuyo radicalismo de odio, seguirá ahí y su activismo no será fácil erradicarlo porque ahora lo encarna esta nueva generación que guía Donald Trump tiene toda la narrativa que este nuevo presidente expresó a lo largo de su campaña, que se sintetiza en una sola frase: cambiaré todo este mundo y ha colocado al planeta en una incertidumbre, en donde el Brexit, queda como un juego de niños, por el tamaño del impacto.

El fenómeno Trump, ha puesto al desnudo una realidad planetaria, el gran descontento con los efectos de la Globalización, sus esquemas y ajustes neoliberales hacia las poblaciones del planeta generando una rechazo a todos los tratados del comercio mundial.

Estamos ante un hecho paradójico que brotó de las urnas. Este hecho es la densidad histórica de este malestar hacia los impactos de la Globalización que proviene desde los acuerdos de Thatcher y Reagan en los 70 cuyo programa inició la entrada del neoliberalismo encontrando el apoyo de los poderosos intereses capitalistas a sus políticas. El Consenso de Washington ratificó, amplio y profundizó la nueva política económica lanzando a la Globalización y al neoliberalismo como la ruta de la recomposición capitalista mundial; y hoy en el 2016 el mundo enfrenta esta crisis mundial y en todos los escenarios está presente este repudió a la Globalización.

Una vez más el capitalismo lanza señales de una nueva recomposición capitalista; y paradójicamente esta señal la encarna Trump que destruye todo este sistema para construir un nuevo rumbo que levante a EEUU como el Nuevo Imperio que antaño lo fue. Trump trae lo que será “el nuevo sueño norteamericano” marcando así el fin de una época y ofrece un panorama de incertidumbre cuyo pánico ha hundido a todos los mercados financieros y a todas las bolsas del mundo; y peor que un acto terrorista los futuros de las acciones de las empresas que componen el índice Dow Jones se desploman a casi 750 puntos tras el cierre del mercado, por la incertidumbre que rodea los resultados de las elecciones en Estados Unidos. Un hecho que no tiene antecedente en el mundo.

Trump a puesta en evidencia la fragilidad en que se mueve el mundo y ha revelado el deterioro del liderazgo de Estados Unidos que dividirá el planeta en esferas regionales de influencia; y en los que India y Alemania buscarán jugar su papel, y desde luego Putin y más China.

El malestar generalizado por la globalización de la economía mundial ha ido acompañada de amenazas que traspasan las fronteras: La propagación de las armas de destrucción masiva, la desintegración de Estados, las consecuencias de la destrucción medioambiental, la persistencia de conductas genocidas y la difusión de las nuevas tecnologías. Sin embargo, al tiempo que la prosperidad y los problemas mundiales están cada vez más entrelazados, aumentan también los conflictos geopolíticos entre naciones-estado tradicionales.

El principal motor de toda esa volatilidad es el deterioro del orden mundial encabezado por Estados Unidos y que ahora Trump, le da el tiro de gracia, a ese sistema desatando la incertidumbre que hizo desplomar en cascada a todas las bolsas de valores hundiendo a todos los mercados financieros y revelando las señales de que podemos entrar a una nueva recesión económica. Todo este escenario terrorífico está sobre México y no hay para donde hacerse ante el tamaño de la amenaza de lo que está por ocurrir a nuestra nación.

Entramos  con Trump a la idea de que vivimos un vacío de poder creciente en el mundo, sin que ningún país ni grupo de países pueda llenarlo a corto plazo. Trump pretende llenar ese vacío; lo cierto es que Estados Unidos tiene cada vez menos voluntad y menos poder de influencia, precisamente cuando más importante es un liderazgo internacional. Ya no tiene la excepcional capacidad para organizar la agenda y las instituciones mundiales que tenía, y no existe ninguna estrategia eficaz para intentar recuperarlo. Trump no trae nada, por ello este triunfo refuerza y conecta los conflictos geopolíticos que parecen surgir hoy en todas partes, como en el Mar del Sur de China, Ucrania, Irak y Siria.

Trump se atrinchera, realizando un retroceso histórico levantando el nacionalismo del nuevo imperio con un proteccionismo cuya señal es modificar todo el universo del comercio internacional, dando prioridad a lo que se asume como política interna: “vamos a levantar al sueño norteamericano” cualquier cosa que esto pueda significar hoy en día en los escenarios internacionales y en el norteamericano.

Trump ha puesto en marcha un movimiento en el presente siglo XXI en este año 2016 con su triunfo a la sociedad norteamericana una sacudida desde sus cimientos, haciendo aflorar la gama de sus grandes problemas sociales y políticos, los ha puesto abiertamente a discusión y esos temas en el centro los estragos de la Globalización. Levantar el nuevo sueño norteamericano realizando un retroceso histórico con un proyecto nacionalista imperial. Estamos frente a lo que Trump hará con el pasado inmediato, del que ahora desea desprenderse; y ese pasado es este:  E.U es la principal potencia mundial y ha mantenido una influencia con su liderato en la Globalización Económica producto del Consenso de Washington dando origen a la imposición del neoliberalismo a escala mundial. EU en el arranque del siglo XX, se alzó como Imperialismo y realizó una recomposición en el contexto de las dos guerras mundial, saliendo como la principal potencia militar mundial, cuando las Casas Imperiales europeas abandonaron sus territorios coloniales producto de la revolución colonial que corre a lo largo del siglo veinte. EU encarnó al Mundo Bipolar al concluir la segunda guerra mundial y emergió de la Guerra Fría como disputa entre las dos potencias: EU Vs URSS. EU al interior de su sociedad, impuso a su sociedad el macartismo una persecución anticomunista impulsada por el senador Joseph McCarthy durante el período de la guerra fría: de 1945 y hasta 1990; como resultado de la depresión económica y principalmente por efectos económicos de la segunda guerra mundial, se erigió como una superpotencia militar y económica, para llevar a cabo el Plan Marshall es el nombre por el que se conoce el Programa de Reconstrucción Europeo anunciado por el entonces secretario de estado norteamericano George Marshall en un discurso en la universidad de Harvard el 5 de junio de 1947 cuyo objetivo estratégico fue impedir el avance del comunismo en los países europeos; programa que fortaleció la Guerra Fría a escala mundial y en América Latina impuso la gama de las dictaduras, juntas militares, golpes de estado, gobiernos autoritarios, todos operando acciones comandadas por Washington y los aparatos de seguridad, la CIA y el FBI.

EU a lo largo de toda la posguerra y toda la Guerra Fría, mantuvo vigente la violencia para enfrentar al comunismo que lidero la URSS. EU ganó la batalla frente al comunismo, al caer la URSS en 1990, con la caída del Muro de Berlín. La Política Exterior Norteamericana siguió este canon; y con George H.W.Bush presidente y padre de presidente, la sociedad norteamericana vivió la crisis económica del 2008 cuyas consecuencias aún están presentes y que Obama enderezó y dio un respiro a la sociedad. Hoy frente a estos hechos Trump, plantea recomponer toda esa historia, modificando radicalmente el escenario nacional norteamericano y el escenario internacional.

1 comentario:

Unknown dijo...

QUE TRISTE QUE HOY POR HOY LA EVOLUCIÓN HUMANA EN LA TECNOLOGÍA Y EN LA INFRAESTRUCTURA MUNDIAL NO SEA EQUITATIVA EN EL ESPÍRITU NI EN LA CONCIENCIA COLECTIVA Y SOCIAL.

COMUNICACIÓN ABIERTA.MENTE CERRADA