ALGUIEN
SE AHORCA
TIENE
LA SOGA AL CUELLO
PRIMERA LECTURA:
Ha
brotado de las urnas de la poderosa democracia norteamericana el nuevo mundo
del Presidente Norteamericano, el monstro tan temido Donald Trump.
El mundo está ya respirando y todo lo que parecía imposible ha ocurrido. El
planeta está asimilando el terror de un panorama de incertidumbre en que se
mueve el mundo cuyo pánico generalizado ha provocado el hundimiento de todos los
mercados financieros y todas las señales configuran que el mundo con su
presente fragilidad está a las puertas de una recesión mundial con escenarios
contagiados por el fenómeno Trump.
El
mundo está frente al hombre que ha cambiado la Historia mundial, no solo
norteamericana, su presencia está retumbando en todos los escenarios, en los
rincones más apartados, en las urbes, en todas las elites gobernantes. Ha roto
con su llegada todas las barreras y los límites que sostenían a la Geopolítica
hegemónica hasta ahora. El mundo está entrando en la nueva Era Trump, la
Historia del nuevo mundo se está escribiendo desde la sociedad estadounidense.
El
paisaje mundial muestra los escombros de las hasta ayer certezas que sostenían “la
visión del porvenir”. Todas las herramientas, los instrumentos, las
mediciones, las visiones de los medios, el eje de los analistas, se han
derrumbado, y asistimos a la crisis de una percepción dominante. El mundo no
es como creíamos que era, la visión de todos los medios es un charco de
pedacería.
Trump,
el hombre que se alza sobre los escombros de un sistema que sostenía a una
oligarquía y a una elite, cuya clase política sostenía a este sistema que hoy,
son puros escombros todas sus instituciones y que este líder ha escuchado a esa
mayoría que odia y ha rechazado a ese sistema y a su elite política. Avanza
dando pasos firmes sobre la crisis que azota al partido demócrata y a su propio
partido, pero tiene todo el superpoder del Senado y la Cámara de
representantes, las señales es que se impondrá a su propia maquinaria, a
senadores y a los representantes de la cámara.
Hoy, un día después frente a los
resultados. La Unión Americana se presenta con una cesta de paradojas,
certezas, agudos contrastes y fuerte contradicciones en un universo dominado
por la incertidumbre, en la política interna y en la política externa.
La poderosa
democracia norteamericana ha arrojado de las urnas a una Nación dividida en
donde los actores populistas tendrán presencia, mostrando que las realidades xenofóbicas,
racistas, de supremacía, machismo, misógino, inescrupuloso y belicoso hoy el
mundo enfrenta un panorama incierto y estas tendencias autoritarias, regresivas
y fóbicas van a contagiar a los escenarios mundiales y la sociedad
norteamericana emerge dividida y está cruzada por una profunda desigualdad
mostrando un mapa de pobreza y en donde la clase media ha sido empobrecida. Se
alza la supremacía blanca frente a una sociedad multicultural, multirracial. Esta
Nación está dividida por la acentuada polarización social, en donde la
oligarquía y la elite financiera siguen acumulando riqueza. Ahora la derecha
muestra su cara más agresiva, violenta cuyo radicalismo de odio, seguirá ahí y
su activismo no será fácil erradicarlo porque ahora lo encarna esta nueva
generación que guía Donald Trump tiene toda la narrativa que este nuevo
presidente expresó a lo largo de su campaña, que se sintetiza en una sola
frase: cambiaré todo este mundo y ha colocado al planeta en una incertidumbre,
en donde el Brexit, queda como un juego de niños, por el tamaño del impacto.
El
fenómeno Trump, ha puesto al desnudo una realidad planetaria, el gran
descontento con los efectos de la Globalización, sus esquemas y ajustes
neoliberales hacia las poblaciones del planeta generando una rechazo a todos
los tratados del comercio mundial.
Estamos
ante un hecho paradójico que brotó de las urnas. Este hecho es la densidad
histórica de este malestar hacia los impactos de la Globalización que proviene
desde los acuerdos de Thatcher y Reagan en los 70 cuyo programa inició la
entrada del neoliberalismo encontrando el apoyo de los poderosos intereses
capitalistas a sus políticas. El Consenso de Washington ratificó, amplio y
profundizó la nueva política económica lanzando a la Globalización y al
neoliberalismo como la ruta de la recomposición capitalista mundial; y hoy en
el 2016 el mundo enfrenta esta crisis mundial y en todos los escenarios está
presente este repudió a la Globalización.
Una vez
más el capitalismo lanza señales de una nueva recomposición capitalista; y
paradójicamente esta señal la encarna Trump que destruye todo este sistema para
construir un nuevo rumbo que levante a EEUU como el Nuevo Imperio que antaño lo
fue. Trump trae lo que será “el nuevo sueño norteamericano” marcando
así el fin de una época y ofrece un panorama de incertidumbre cuyo pánico ha
hundido a todos los mercados financieros y a todas las bolsas del mundo; y peor
que un acto terrorista los futuros de las acciones de las empresas que componen
el índice Dow Jones se desploman a casi 750 puntos tras el cierre del mercado,
por la incertidumbre que rodea los resultados de las elecciones en Estados
Unidos. Un hecho que no tiene antecedente en el mundo.
Trump a
puesta en evidencia la fragilidad en que se mueve el mundo y ha revelado el
deterioro del liderazgo de Estados Unidos que dividirá el planeta en esferas
regionales de influencia; y en los que India y Alemania buscarán jugar su
papel, y desde luego Putin y más China.
El
malestar generalizado por la globalización de la economía mundial ha ido
acompañada de amenazas que traspasan las fronteras: La propagación de las armas
de destrucción masiva, la desintegración de Estados, las consecuencias de la
destrucción medioambiental, la persistencia de conductas genocidas y la
difusión de las nuevas tecnologías. Sin embargo, al tiempo que la prosperidad y
los problemas mundiales están cada vez más entrelazados, aumentan también los
conflictos geopolíticos entre naciones-estado tradicionales.
El
principal motor de toda esa volatilidad es el deterioro del orden mundial
encabezado por Estados Unidos y que ahora Trump, le da el tiro de gracia, a ese
sistema desatando la incertidumbre que hizo desplomar en cascada a todas las
bolsas de valores hundiendo a todos los mercados financieros y revelando las
señales de que podemos entrar a una nueva recesión económica. Todo este
escenario terrorífico está sobre México y no hay para donde hacerse ante el
tamaño de la amenaza de lo que está por ocurrir a nuestra nación.
Entramos con Trump a la idea de que vivimos un vacío
de poder creciente en el mundo, sin que ningún país ni grupo de países pueda
llenarlo a corto plazo. Trump pretende llenar ese vacío; lo cierto es que
Estados Unidos tiene cada vez menos voluntad y menos poder de influencia,
precisamente cuando más importante es un liderazgo internacional. Ya no tiene
la excepcional capacidad para organizar la agenda y las instituciones mundiales
que tenía, y no existe ninguna estrategia eficaz para intentar recuperarlo.
Trump no trae nada, por ello este triunfo refuerza y conecta los conflictos
geopolíticos que parecen surgir hoy en todas partes, como en el Mar del Sur de
China, Ucrania, Irak y Siria.
Trump
se atrinchera, realizando un retroceso histórico levantando el nacionalismo del
nuevo imperio con un proteccionismo cuya señal es modificar todo el universo
del comercio internacional, dando prioridad a lo que se asume como política
interna: “vamos a levantar al sueño norteamericano” cualquier cosa que
esto pueda significar hoy en día en los escenarios internacionales y en el
norteamericano.
Trump
ha puesto en marcha un movimiento en el presente siglo XXI en este año 2016 con
su triunfo a la sociedad norteamericana una sacudida desde sus cimientos,
haciendo aflorar la gama de sus grandes problemas sociales y políticos, los ha
puesto abiertamente a discusión y esos temas en el centro los estragos de la
Globalización. Levantar el nuevo sueño norteamericano realizando un retroceso
histórico con un proyecto nacionalista imperial. Estamos frente a lo que Trump
hará con el pasado inmediato, del que ahora desea desprenderse; y ese pasado es
este: E.U es la principal potencia
mundial y ha mantenido una influencia con su liderato en la Globalización
Económica producto del Consenso de Washington dando origen a la imposición del
neoliberalismo a escala mundial. EU en el arranque del siglo XX, se alzó como
Imperialismo y realizó una recomposición en el contexto de las dos guerras
mundial, saliendo como la principal potencia militar mundial, cuando las Casas
Imperiales europeas abandonaron sus territorios coloniales producto de la
revolución colonial que corre a lo largo del siglo veinte. EU encarnó al Mundo
Bipolar al concluir la segunda guerra mundial y emergió de la Guerra Fría como
disputa entre las dos potencias: EU Vs URSS. EU al interior de su sociedad,
impuso a su sociedad el macartismo una persecución anticomunista impulsada por
el senador Joseph McCarthy durante el período de la guerra fría: de 1945 y
hasta 1990; como resultado de la depresión económica y principalmente por
efectos económicos de la segunda guerra mundial, se erigió como una
superpotencia militar y económica, para llevar a cabo el Plan Marshall es el
nombre por el que se conoce el Programa de Reconstrucción Europeo anunciado por
el entonces secretario de estado norteamericano George Marshall en un discurso
en la universidad de Harvard el 5 de junio de 1947 cuyo objetivo estratégico
fue impedir el avance del comunismo en los países europeos; programa que
fortaleció la Guerra Fría a escala mundial y en América Latina impuso la gama
de las dictaduras, juntas militares, golpes de estado, gobiernos autoritarios,
todos operando acciones comandadas por Washington y los aparatos de seguridad,
la CIA y el FBI.
EU a lo
largo de toda la posguerra y toda la Guerra Fría, mantuvo vigente la violencia
para enfrentar al comunismo que lidero la URSS. EU ganó la batalla frente al
comunismo, al caer la URSS en 1990, con la caída del Muro de Berlín. La
Política Exterior Norteamericana siguió este canon; y con George H.W.Bush
presidente y padre de presidente, la sociedad norteamericana vivió la crisis
económica del 2008 cuyas consecuencias aún están presentes y que Obama enderezó
y dio un respiro a la sociedad. Hoy frente a estos hechos Trump, plantea recomponer
toda esa historia, modificando radicalmente el escenario nacional
norteamericano y el escenario internacional.
1 comentario:
QUE TRISTE QUE HOY POR HOY LA EVOLUCIÓN HUMANA EN LA TECNOLOGÍA Y EN LA INFRAESTRUCTURA MUNDIAL NO SEA EQUITATIVA EN EL ESPÍRITU NI EN LA CONCIENCIA COLECTIVA Y SOCIAL.
COMUNICACIÓN ABIERTA.MENTE CERRADA
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