El gran
desafío que tiene AMLO como un Presidente de un Gobierno Popular brota del país
que recibe AMLO, un país quebrado en múltiples pedazos, hundido en una crisis
múltiple cruzada por diferentes dimensiones. Un Estado y un Gobierno en un
fracaso total, replegado hacia sí mismo, abandonando todas sus capacidades de
gobernanza generando un escenario de profunda crisis de poder, lo que desató la
expansión y profundizó la corrupción en la vida pública, en colusión con
intereses económicos cuestionados nacional e internacionalmente. Esa elite de
la clase política focalizada como “la mafia del poder” que abandono al país
arrojando a la Nación como botín de las bandas que han despojado el pueblo de
México, y no solo el crimen organizado de los Carteles de la droga, la gama de
gobernadores y empresas coludidas con los empresarios, en alianza con toda la
partidocracia. México como una tierra de nadie, miles de secuestros, miles de
asesinatos, miles de desapariciones, robos por doquier, una realidad infernal
disparando la inseguridad en toda la población; el despojo impune a la Nación,
al país todo. México no aguanta más. No aguanta más los niveles de violencia,
que desangran el país. Tampoco la corrupción y la impunidad, que campan a sus
anchas. No puede aguantar más la desigualdad. No lo soportan los mexicanos ni
lo puede sostener un régimen, un sistema, que ha dado ya suficientes evidencias
de que se tambalea.
AMLO ha
provocado un terremoto político en todo el país, y este es el gran desafío de México,
porque modificó todo el mapa político de México, generando una profunda
recomposición en toda la clase política y ha profundizado la crisis en todas
las formaciones políticas, y muchas maquinarias políticas, que fueron muy
poderosas, como el PRI, a que dado muy reducido. Así, México ha entrado en una
profunda recomposición social y política que ya es histórica, al tener la
mayoría en las dos cámaras en el Senado y en la Cámara de Diputados, con
triunfo en gubernaturas, congresos locales, cabildos y con el triunfo en la
Megalopolis. El terremoto que representa AMLO, ha cambiado la faz del país. Y
AMLO, ha quedado como un dirigente político férreo, coherente con sus
propósitos y es, y será ya el último dirigente político en México que ha encarnado
una poderosa hazaña en la política mexicana con una narrativa de cambio de
rumbo, cambio de modelo económico con signos de izquierda nacionalista y
pretender una economía mixta; y como un líder popular extraordinario con su
discurso político gano la atención de millones de mexicanos que han votado por
él, constituyéndose en el primer Gobierno Popular que no tiene parangón con la
Historia de México. Ha triunfado el hartazgo de los millones de mexicanos, los
electores, que han llevado a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de
México. Un hecho histórico que sobresale en el contexto Latinoamericano, de
dictadores, como Maduro en Venezuela, como el dictador Daniel Ortega de Nicaragua,
figuras que se asumieron como
revolucionarios y socialistas y hoy conforman una enorme lista de estos
gobiernos autoritarios y dictadores. Una realidad contemporánea que desde la
desintegración de la URSS ese paradigma de “socialismo” en un solo país, está
en franca crisis y con ellos una lista enorme de líderes corruptos en todo el
Continente. El contraste es claro y contundente, AMLO se autodefine como
honesto, pacífico y demócrata, con una voluntad política férrea para alcanzar
su objetivo, la Presidencia y postulando todas las libertades en la sociedad.
Aquí está
el Gran Desafío que se centra en
resolver el dilema de cuál es el rumbo por el que transitara este Gobierno
Popular, cual es la vía por la que puede alcanzar México crecimiento y desarrollo.
En donde se focalizan las fuerzas para desatar la dinámica económica que lancen
a México como una potencia económico propiciando la nueva modernidad de México.
Este
terremoto político de AMLO es el gran desafío de México hoy frente al horizonte
del siglo XXI; porque AMLO genero un universo, casi infinito de expectativas,
esperanzas, que configuran la realización un sueño, un proyecto que parecía
inalcanzable y el está dispuesto a realizar “La Nueva Utopía Mexicana”.
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